tag:blogger.com,1999:blog-63460048925054252472024-03-28T02:27:48.216-07:00RINCON DEL BIBLIOTECARIOLa idea es crear un espacio para el comentario, la información, la reflexión, el conocimiento y la amistad entre los bibliotecarios del mundo. Se incluyen noticias y notas de actualidad relacionada con el libro, las bibliotecas, los bibliotecarios y el desarrollo personal.Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/10910925058918229848noreply@blogger.comBlogger18125tag:blogger.com,1999:blog-6346004892505425247.post-42335796387600642332016-04-22T16:59:00.000-07:002016-04-22T16:59:30.276-07:00Las bibliotecas se adaptan a las nuevas tecnologías<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://3.bp.blogspot.com/-ZFamXtmZqUo/Vxq0wvnrUmI/AAAAAAAAGKI/naRHUWpebSEE-7p2PyOGw-9Ndo3nk8JngCLcB/s1600/img_46584.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="332" src="https://3.bp.blogspot.com/-ZFamXtmZqUo/Vxq0wvnrUmI/AAAAAAAAGKI/naRHUWpebSEE-7p2PyOGw-9Ndo3nk8JngCLcB/s640/img_46584.jpg" width="640" /></a></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<b><i><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;"><br /></span></i></b></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<b><i><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;"><br /></span></i></b></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<b><i><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;">No son pocos los objetos y lugares que
han perdido parte de su razón de ser a causa de la era digital (los videoclubs,
el correo postal, los SMS...). Muchos, para no desaparecer, han tenido que
reinventarse, dar un paso hacia adelante y usar las nuevas tecnologías como
herramienta para forjar modelos de negocio adaptados al siglo XXI. Este ha sido
el caso de las bibliotecas. <o:p></o:p></span></i></b></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Con ese
gran portal de información que es Internet y la popularización de los libros
digitales, estos antiguos centros de conocimiento se han convertido en algo
mucho más moderno que un almacén de libros raídos y polvorientos. <span style="color: #e69138;">"Durante
siglos, la gente ha pensado en las bibliotecas como lugares en los que
almacenar y usar libros impresos. Cualquier persona que no haya estado en una biblioteca
recientemente se sorprendería de lo que hoy podría encontrar allí. </span><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Las
bibliotecas ofrecen actualmente versiones impresas y digitales de libros y
revistas, música y vídeos digitales, colecciones especiales... Además, algunas
bibliotecas ofrecen lectores de libros electrónicos y tabletas, juegos de
ordenador, material gráfico y mucho más", cuenta Erik Van Lubeek,
vicepresidente de la red mundial de bibliotecas OCLC (Online Computer Library
Center), a 20minutos. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="color: #e46c0a; font-family: "verdana" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">"Las
bibliotecas también utilizan la digitalización y las tecnologías de
investigación online para preservar y promover la historia local y materiales
únicos tales como las publicaciones de las instituciones y gobiernos a los que
sirven"</span><span style="font-family: "verdana" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">, explica.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Las
nuevas tecnologías han hecho posible que los usuarios de bibliotecas para
acceder a recursos electrónicos desde sus propios ordenadores y smartphones,
pero también desde ordenadores facilitados por la biblioteca. De este modo, las
bibliotecas de hoy pueden centrarse en proporcionar acceso a la información y
no sólo en acumularla. </span><b><span style="font-family: "verdana" , "sans-serif"; font-size: 11.0pt;">"El acceso rápido y fácil a todo tipo de información y a
los medios de comunicación a través de la web ha aumentado las expectativas del
usuario”</span></b><span style="font-family: "verdana" , "sans-serif"; font-size: 11.0pt;">.</span><span style="font-family: "verdana" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;"> <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Las
bibliotecas más exitosas son las que cumplen consistentemente con esas
expectativas", asegura Van Lubeek. Las bibliotecas han adoptado las nuevas
tecnologías y se han ajustado a los cambios en la forma en que los usuarios
obtienen información. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Han
hecho que sea fácil para los usuarios acceder a los servicios desde fuera de la
biblioteca, a través de un ordenador o dispositivos móviles, veinticuatro horas
al día y siete días a la semana. </span><b><span style="font-family: "verdana" , "sans-serif"; font-size: 11.0pt;">"Como un lugar físico, las bibliotecas también han cambiado
para satisfacer las necesidades de los usuarios de hoy en día”</span></b><span style="font-family: "verdana" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">El
fundamento de una biblioteca sigue siendo el mismo, como un lugar seguro donde
cualquier persona puede venir a aprender acerca de temas nuevos o poco
conocidos, o explorar en profundidad los intereses que les apasionan. Las
bibliotecas son el centro para el aprendizaje en un campus universitario y el
centro cultural de una comunidad en las ciudades y pueblos de todo el
mundo", señala el experto. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<b><span style="font-family: "verdana" , "sans-serif"; font-size: 11.0pt;">"A medida que el ritmo del cambio
tecnológico continúa aumentando, las bibliotecas son también un recurso clave
para el avance de la alfabetización digital y los medios de comunicación",
</span></b><span style="font-family: "verdana" , "sans-serif"; font-size: 11.0pt;">comenta.<b> <o:p></o:p></b></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">HERRAMIENTAS
DE LAS BIBLIOTECAS DEL SIGLO XXI<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Como
parte de esta modernización, la OCLC —entidad que agrupa a más de 72.000
instituciones en 170 países, entre los que se encuentran bibliotecas, archivos
y museos (en España hay 92 centros asociados, incluidos la Biblioteca Nacional
y el Instituto Cervantes, entre otros)— proporciona servicios tecnológicos
compartidos, investigación y programas comunitarios a la comunidad
bibliotecaria. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Su
objetivo es ayudar a las bibliotecas a mantener su <b><span style="color: #e46c0a; mso-style-textfill-fill-alpha: 100.0%; mso-style-textfill-fill-color: #E46C0A; mso-style-textfill-fill-colortransforms: lumm=75000; mso-style-textfill-fill-themecolor: accent6; mso-themecolor: accent6; mso-themeshade: 191;">relevancia y su competitividad</span></b>, y apoyar a la sociedad a
mantener vivo el conocimiento y hacerlo más fácil de compartir. Para lograrlo,
el grupo cuenta con un equipo multidisciplinar formado por bibliotecarios,
tecnólogos, investigadores, escritores, gerentes, administradores y personas en
formación que trabajan para construir un nuevo modelo que dé visibilidad a las
bibliotecas. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Ellos
impulsan iniciativas en el uso de las tecnologías de la información dirigidas a
aumentar la eficacia y facilitar la colaboración entre bibliotecas. De todas
estas soluciones destaca WorldCat.Org, un catálogo colectivo con más de 347
millones de registros bibliográficos correspondientes a 2.300 millones de
ejemplares, que es la mejor muestra de cómo las bibliotecas pueden colaborar
para reducir costes y ofrecer un mejor servicio a sus usuarios.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">"WorldCat
comenzó en el año 1971 como el primer catálogo online unificado, creado de
forma cooperativa y mantenido por las bibliotecas para compartir los registros
del catálogo y promover el intercambio de recursos. Las bibliotecas han estado
aportando registros del catálogo de sus colecciones a WorldCat desde hace más
de 40 años. Hoy en día, WorldCat es la red mundial más completa sobre las
colecciones y servicios bibliotecarios, con textos en más de 400 idiomas",
cuenta. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">"Los
usuarios pueden encontrar material en las bibliotecas cercanas a ellos a través
de WorldCat.org en la web. Libros, libros electrónicos, revistas, revistas
electrónicas, música, mapas, recursos genealógicos, herramientas culturales,
imágenes digitales... Cualquier cosa que usted puede encontrar en una
biblioteca puede ser descubierto a través de WorldCat.org gracias a que las
bibliotecas han aportado documentos de sus colecciones a este maravilloso
recurso", explica. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Por otro
lado, WorldShare Management Services es una plataforma de servicios
bibliotecarios en la nube que gestiona una nueva visión de las tecnologías para
los procesos de trabajo tradicionales de la biblioteca: adquisición,
catalogación, circulación, control de estadísticas, gestión de usuarios, etc.
Con este servicio, todas las aplicaciones necesarias para administrar una
biblioteca se encuentran alojadas en los centros de datos que la OCLC tiene en
todo el mundo, por lo que la biblioteca no tiene que preocuparse por comprar y
actualizar software constantemente. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">"Además,
debido a que está basada en la web, toda la funcionalidad del servicio está
disponible en cualquier dispositivo con conexión a Internet, liberando así a
los bibliotecarios para hacer su trabajo cuando tiene sentido y no teniéndolos
atados a un escritorio", aclara OCLC. "Más de 380 bibliotecas en todo
el mundo están utilizando WMS para compartir datos, recursos, innovaciones,
aplicaciones e infraestructura de servicio a sus usuarios", añade. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Sin
embargo, todas estas mejoras no cambian el fin último de la biblioteca. <b><span style="color: #e46c0a; mso-style-textfill-fill-alpha: 100.0%; mso-style-textfill-fill-color: #E46C0A; mso-style-textfill-fill-colortransforms: lumm=75000; mso-style-textfill-fill-themecolor: accent6; mso-themecolor: accent6; mso-themeshade: 191;">"Las bibliotecas seguirán siendo los lugares donde la gente se
reúne para crear, innovar y aprender",</span></b><span style="color: #e46c0a; mso-style-textfill-fill-alpha: 100.0%; mso-style-textfill-fill-color: #E46C0A; mso-style-textfill-fill-colortransforms: lumm=75000; mso-style-textfill-fill-themecolor: accent6; mso-themecolor: accent6; mso-themeshade: 191;"> </span>sentencia el
vicepresidente de OCLC.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><br /></span></div>
<div class="csl-bib-body" style="line-height: 1.35; padding-left: 2em; text-indent: -2em;">
<div class="csl-entry">
Fuente bibliográfica:</div>
<div class="csl-entry">
Las bibliotecas se adaptan a las nuevas tecnologías. <i>MadridPress</i> [en línea], [sin fecha]. [Consulta: 22 abril 2016]. Disponible en: http://madridpress.com/not/202350/las-bibliotecas-se-adaptan-a-las-nuevas-tecnologias/. </div>
<span class="Z3988" title="url_ver=Z39.88-2004&ctx_ver=Z39.88-2004&rfr_id=info%3Asid%2Fzotero.org%3A2&rft_val_fmt=info%3Aofi%2Ffmt%3Akev%3Amtx%3Adc&rft.type=webpage&rft.title=Las%20bibliotecas%20se%20adaptan%20a%20las%20nuevas%20tecnolog%C3%ADas&rft.description=No%20son%20pocos%20los%20objetos%20y%20lugares%20que%20han%20perdido%20parte%20de%20su%20raz%C3%B3n%20de%20ser%20a%20causa%20de%20la%20era%20digital%20(los%20videoclubs%2C%20el%20correo%20postal%2C%20los%20SMS...).%20Muchos%2C%20para%20no%20desaparecer%2C%20han%20tenido%20que%20reinventarse%2C%20dar%20un%20paso%20hacia%20adelante%20y%20usar%20las%20nuevas%20tecnolog%C3%ADas%20como%20herramienta%20para%20forjar%20modelos%20de%20negocio%20adaptados%20al%20siglo%20XXI.%20Este%20ha%20sido%20el%20caso%20de%20las%20bibliotecas.&rft.identifier=http%3A%2F%2Fmadridpress.com%2Fnot%2F202350%2Flas-bibliotecas-se-adaptan-a-las-nuevas-tecnologias%2F"></span></div>
<div class="blogger-post-footer">Rincón del Bibliotecario</div>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/10910925058918229848noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6346004892505425247.post-66878369674450006192013-08-23T16:08:00.000-07:002013-08-26T09:24:13.006-07:00Las 10 ventajas de la digitalización de documentos<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://1.bp.blogspot.com/-iEELAd9f9ZA/UhZq_mE4nXI/AAAAAAAAEhk/CSfSHOLR2wc/s1600/digitalizacion-ventajas1.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://1.bp.blogspot.com/-iEELAd9f9ZA/UhZq_mE4nXI/AAAAAAAAEhk/CSfSHOLR2wc/s1600/digitalizacion-ventajas1.jpg" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 19.5pt; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-outline-level: 1;">
<div style="color: #131313; line-height: 19.1875px; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><strong>Digitalizar documentos? es necesario? vale la pena?</strong> Si estas preguntas dan vueltas por tus pensamientos es porque todavía no conoces las ventajas de la digitalización de documentos. En este post entramos en el detalle y te aclaramos sus beneficios en <strong>10 puntos</strong> y un poco mas.</span></div>
<div style="color: #131313; line-height: 19.1875px; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="color: #131313; line-height: 19.1875px;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span id="more-108"></span></span></div>
<div style="color: #131313; line-height: 19.1875px;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
<strong style="font-family: Verdana, sans-serif;">1 -</strong><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"> </span><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">La información queda asegurada de por vida, adaptada y actualizada a los tiempos y las necesidades de hoy y mañana.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><strong>2 -</strong> Podemos consultar los documentos en cualquier momento a través de distintos medios digitales como notebooks, teléfonos móviles y pcs de escritorio. Además pueden ser legalizados y asegurados gracias al uso de la <a href="http://www.aplikagroup.com/blog/?p=84" style="color: #003366; font-weight: bold;" target="_blank">firma digital</a></span></div>
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
<div style="text-align: justify;">
<strong style="font-weight: bold;">3 -</strong><b> </b>Podemos compartir los documentos de manera rápida utilizando servicios online como redes sociales y cuentas de correo.</div>
<div style="font-weight: bold; text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<strong style="font-weight: bold;">4 -</strong><b> </b>Los documentos digitalizados pueden ser modificados y se pueden pasar a varios formatos como <strong style="font-weight: bold;">.DOC*</strong><b> de word y </b><strong style="font-weight: bold;">.PDF*</strong><b>, </b>una extensión muy usada en la web.</div>
<div style="font-weight: bold; text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<strong style="font-weight: bold;">5 -</strong><b> </b>Remplazamos bibliotecas y estantes que pueden ocupar una habitación de la oficina por un<b> CD o DVD.</b></div>
<div style="font-weight: bold; text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<strong style="font-weight: bold;">6 -</strong><b> </b>Disminuye costos de logística en envios de documentos, viajes, cadetería, correo físico y los problemas de seguridad.</div>
<div style="font-weight: bold; text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<strong style="font-weight: bold;">7 -</strong><b> </b>Los documentos no están expuestos a manchas, agua, deterioro, cortes, rayones… u otras eventualidades que pongan en riesgo a los mismos.</div>
<div style="font-weight: bold; text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<strong style="font-weight: bold;">8 -</strong><b> </b>Las fotocopiadoras, impresoras, tintas, abrochadoras y demás insumos ya no son necesarios en la oficina.</div>
<div style="font-weight: bold; text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<strong style="font-weight: bold;">9 -</strong><b> </b>Aumenta la productividad de los empleados al facilitar el acceso a los documentos que ademas pueden ser visualizados simultaneamente.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<strong style="font-weight: bold;">10 -</strong><b> </b>El acceso puede ser controlado con distintos niveles de permisos de usuarios.</div>
<div style="font-weight: bold; text-align: justify;">
<br /></div>
</span><br />
<div style="color: #131313; line-height: 19.1875px; text-align: justify;">
<strong><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Y mas ventajas</span></strong></div>
<div style="color: #131313; line-height: 19.1875px; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">No solo la digitalización de documentos puede ser aplicada para fines comerciales, también puede ser usada por cualquier persona que quiera resguardar información que considere de importancia. Como papeles del hogar, tramites, datos personales, realizar copias de seguridad de sus publicaciones favoritas, fotografías y mucho mas. Sabias que el <a href="http://www.aplikagroup.com/blog/?p=24" style="color: #003366; font-weight: bold;" target="_blank">Vaticano está digitalizando</a> sus documentos?</span></div>
<div style="color: #131313; line-height: 19.1875px; text-align: justify;">
<strong><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></strong></div>
<div style="color: #131313; line-height: 19.1875px; text-align: justify;">
<strong><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Despapelizando el mundo, mas que una ventaja</span></strong></div>
<br />
<div style="color: #131313; line-height: 19.1875px; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Ademas de ser una solución para mejorar la gestión de documentos, digitalizar es un paso muy importante que puede disminuir la</span><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"> </span><strong style="font-family: Verdana, sans-serif;">contaminación ambiental generada por el papel</strong><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">. En la actualidad somos concientes de la contaminación que generan las fábricas y los consumidores por la mala implementación del reciclaje, y de las numerosas manifestaciones de la gente por el posicionamiento de nuevas fábricas en zonas pobladas.</span></div>
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"></span><br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="color: #131313; line-height: 19.1875px;"><br /></span></span></div>
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
<span style="color: #131313; line-height: 19.1875px;"></span></span>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="color: #131313; line-height: 19.1875px;">En conclusión,<strong>digitalizar documentos</strong> mas que una ventaja, es la solución a muchas necesidades actuales .</span></span></div>
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="color: #131313; line-height: 19.1875px;">
</span></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 18.0pt; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: center; vertical-align: baseline;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 18.0pt; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: center; vertical-align: baseline;">
<div style="text-align: left;">
Fuente:<a href="http://www.aplikagroup.com.ar/las-10-ventajas-de-la-digitalizacion-de-documentos/">http://www.aplikagroup.com.ar/las-10-ventajas-de-la-digitalizacion-de-documentos/</a><u><span style="background: white; border: none windowtext 1.0pt; color: red; font-family: "Helvetica","sans-serif"; font-size: 18.0pt; mso-border-alt: none windowtext 0cm; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR; padding: 0cm;"><o:p></o:p></span></u></div>
</div>
<div class="blogger-post-footer">Rincón del Bibliotecario</div>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/10910925058918229848noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-6346004892505425247.post-61680883317284274872013-05-20T06:30:00.002-07:002013-05-20T06:30:37.770-07:00El futuro del patrimonio cultural<br />
<div style="background-color: white; color: #333333; line-height: 1.6em; margin-bottom: 14px; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Por: Jomar Díaz Delbert</span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://4.bp.blogspot.com/-2u-L6gphaT4/UZokx5FtgqI/AAAAAAAAEJY/yIFDOXrfgS4/s1600/03-070312_DIGITALIZACION_DE_DOCUMENTOS_1.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://4.bp.blogspot.com/-2u-L6gphaT4/UZokx5FtgqI/AAAAAAAAEJY/yIFDOXrfgS4/s1600/03-070312_DIGITALIZACION_DE_DOCUMENTOS_1.jpg" height="261" width="400" /></a></div>
<div style="background-color: white; color: #333333; line-height: 1.6em; margin-bottom: 14px; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="background-color: white; color: #333333; line-height: 1.6em; margin-bottom: 14px; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Mucha de la documentación histórica que actualmente se considera patrimonio cultural surgió con otros propósitos muy diferentes a rol patrimonial que cumplen actualmente, por ejemplo, archivar la información oficial de los gobiernos en determinadas regiones de la antigüedad, servir de registros poblacionales, ensalzar la figura de un político o líder religioso. Estos son solo unos reducidos ejemplos de los objetivos iniciales de las diferentes tipologías de documentos y, que sin embargo, al paso del tiempo y el lógico cambio de mentalidades se reconceptualizan. Lo que ayer pudo ser un documento pagano, perseguido, ocultado hoy puede formar parte del patrimonio y orgullo cultural de una nación. Esto demuestra que las creaciones humanas son entendidas y valoradas de formas muy diversas y diferentes de como lo fue en sus inicios lo que permite una recreación y reflexión del pasado y presente, respectivamente.</span></div>
<div style="background-color: white; color: #333333; line-height: 1.6em; margin-bottom: 14px; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">La era digital ha permitido, junto con la creación de muchos tipos y cantidades de contenidos que componen el acervo cultural digital presente, el desafío de preservar ese acervo cultural y que solo las futuras generaciones determinarán si lo consideran su patrimonio cultural con sus diferentes taxonomías o no. La UNESCO en el año 2003 redactó la “Carta para la Preservación del Patrimonio Digital” donde se proponen las bases de lo que se percibe como el patrimonio digital y la validez de su preservación.</span></div>
<div style="background-color: white; color: #333333; line-height: 1.6em; margin-bottom: 14px; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Si en el pasado la información tenía una relación inherente con el soporte, por lo que conservar éste implicaba también hacerlo con la información, con la era digital esta relación se diluye y surge el reto de preservar una información que puede estar en varios soportes al mismo tiempo y a su vez no estar ligada a ninguno. Entonces, ¿cómo preservar en los entornos digitales una información que puede ser parte del patrimonio cultural y que se heredará al futuro? ¿Cómo mantener esos objetos digitales auténticos, fiables, íntegros y accesibles? ¿Puede un repositorio digital desarrollarse para preservar información con carácter patrimonial a futuro?</span></div>
<div style="background-color: white; color: #333333; line-height: 1.6em; margin-bottom: 14px; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify;">
<strong style="margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Los objetos digitales y sus atributos: Autenticidad, Fiabilidad, Integridad y Accesibilidad del patrimonio digital</span></strong></div>
<div style="background-color: white; color: #333333; line-height: 1.6em; margin-bottom: 14px; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Con el advenimiento y rápido desarrollo de las Nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación, la producción de información ha crecido exponencialmente, lo cual implica que las instituciones de información además de recoger, almacenar y difundir la información digital, se pretende que la misma esté disponible, sea recuperable y perdure a lo largo del tiempo sin que se vea afectada por los inevitables cambios tecnológicos producidos a velocidad vertiginosa.</span></div>
<div style="background-color: white; color: #333333; line-height: 1.6em; margin-bottom: 14px; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">En términos generales los documentos digitales son considerados como objetos o sea unidades significativas de información que haya sido registrada en un soporte que permita su almacenamiento y posterior recuperación, es necesario precisar que los objetos digitales (OD) son según Thibodeau (2002) son unidades de información que puedan ser representadas a través de una secuencia de dígitos binarios.</span></div>
<div style="background-color: white; color: #333333; line-height: 1.6em; margin-bottom: 14px; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Se concuerda con Ferreira (2009) en que esta definición es lo suficientemente abarcadora como para aceptar la información nacida digitalmente así como la información digital obtenida a partir de soportes analógicos (objetos digitalizados).</span></div>
<div style="background-color: white; color: #333333; line-height: 1.6em; margin-bottom: 14px; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Para Rocha (2009) los objetos digitales son cadenas de bits registrados a partir de una información de representación que es visible y comprensible a través de una combinación de hardware, software, soporte y personal.</span></div>
<div style="background-color: white; color: #333333; line-height: 1.6em; margin-bottom: 14px; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Según López (2007) los objetos digitales tienen una naturaleza compleja y dinámica, son objetos ″vivos″ que tienen diferentes ubicaciones en la red, se agregan y mantienen relaciones entre sí, y cuyas necesidades de almacenamiento, gestión, acceso, difusión y reutilización, en un entorno de trabajo en colaboración, requieren un sistema escalable y flexible, capaz de tratar y representar esa complejidad y adaptarse a los más que previsibles cambios tecnológico. Se clasifican según la siguiente tipología:</span></div>
<div class="checklist" style="background-color: white; color: #333333; line-height: 20px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px;">
<div style="line-height: 1.6em; margin-bottom: 14px; outline: 0px; padding: 0px;">
</div>
<ul style="margin: 0px 0px 14px 20px; outline: 0px; padding: 0px;">
<li style="background-color: transparent; background-image: url(http://www.documentalistas.org/wp-content/themes/academica/images/icon_tick.png); background-position: 0% 0%; background-repeat: no-repeat no-repeat; line-height: 1.6em; list-style-position: inside; list-style-type: square; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px 0px 0px 20px; text-align: justify;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">OD heterogéneo: puede representar muchos tipos de unidades de información al unísono (objetos textuales, imágenes, libros electrónicos, objetos multimedia, datasets, metadatos, etc.).</span></li>
<li style="background-color: transparent; background-image: url(http://www.documentalistas.org/wp-content/themes/academica/images/icon_tick.png); background-position: 0% 0%; background-repeat: no-repeat no-repeat; line-height: 1.6em; list-style-position: inside; list-style-type: square; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px 0px 0px 20px; text-align: justify;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">OD complejo: soporta la agregación en un único OD más de un componente con cualquiera de los tipos especificados anteriormente. Esos componentes pueden estar incluidos en el objeto o bien estar referenciados mediante Uniform Resource Locator (URL).</span></li>
<li style="background-color: transparent; background-image: url(http://www.documentalistas.org/wp-content/themes/academica/images/icon_tick.png); background-position: 0% 0%; background-repeat: no-repeat no-repeat; line-height: 1.6em; list-style-position: inside; list-style-type: square; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px 0px 0px 20px; text-align: justify;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">OD dinámico: disponen de métodos asociados (otro tipo de OD) capaces de actuar sobre él. Por ejemplo, ofrecer la vista ampliada de una imagen o la tabla de contenidos del documento libro obtenido mediante su generación en tiempo de ejecución. Estos OD suelen llamarse también jerárquicos.</span></li>
</ul>
<div style="line-height: 1.6em; margin-bottom: 14px; outline: 0px; padding: 0px;">
</div>
</div>
<div style="background-color: white; color: #333333; line-height: 1.6em; margin-bottom: 14px; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">El soporte es el objeto físico susceptible sobre el cual se pueden grabar y recuperar los datos. Pueden ser magnéticos, electrónicos u ópticos:</span></div>
<div class="checklist" style="background-color: white; color: #333333; line-height: 20px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px;">
<div style="line-height: 1.6em; margin-bottom: 14px; outline: 0px; padding: 0px;">
</div>
<ul style="margin: 0px 0px 14px 20px; outline: 0px; padding: 0px;">
<li style="background-color: transparent; background-image: url(http://www.documentalistas.org/wp-content/themes/academica/images/icon_tick.png); background-position: 0% 0%; background-repeat: no-repeat no-repeat; line-height: 1.6em; list-style-position: inside; list-style-type: square; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px 0px 0px 20px; text-align: justify;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Discos duros y Disquetes como magnéticos,</span></li>
<li style="background-color: transparent; background-image: url(http://www.documentalistas.org/wp-content/themes/academica/images/icon_tick.png); background-position: 0% 0%; background-repeat: no-repeat no-repeat; line-height: 1.6em; list-style-position: inside; list-style-type: square; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px 0px 0px 20px; text-align: justify;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Memorias flash como electrónicos y</span></li>
<li style="background-color: transparent; background-image: url(http://www.documentalistas.org/wp-content/themes/academica/images/icon_tick.png); background-position: 0% 0%; background-repeat: no-repeat no-repeat; line-height: 1.6em; list-style-position: inside; list-style-type: square; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px 0px 0px 20px; text-align: justify;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">CD, DVD como ópticos.</span></li>
</ul>
<div style="line-height: 1.6em; margin-bottom: 14px; outline: 0px; padding: 0px;">
</div>
</div>
<div style="background-color: white; color: #333333; line-height: 1.6em; margin-bottom: 14px; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">En los soportes magnéticos varía su capacidad de almacenamiento, son más estables y el contenido puede ser fácilmente modificable. Los soportes ópticos tienen una capacidad de almacenamiento fija y el contenido no es modificable salvo en algunos casos como los CD/DVD rescribible aunque son más endeble e inseguro que los solamente escribible.</span></div>
<div style="background-color: white; color: #333333; line-height: 1.6em; margin-bottom: 14px; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Los formatos de archivo son el conjunto de reglas o especificaciones mediante las cuales se pueden organizar datos de diversa naturaleza, para poder acceder posteriormente a estos a través de los intérpretes (programas) adecuados, o sea un formato es la estructura usada para grabar datos en un fichero. Existen muchos formatos de objetos digitales según Lara P, G, Castro T, A, López G y otros (2008), por ejemplo: para almacenar texto sin formato (TXT), imagen vectorial, mapa de bits y texto (PDF), imágenes (JPG, PNG, etc.) y audio y/o video (MP4, WMV, etc.) entre otros.</span></div>
<div style="background-color: white; color: #333333; line-height: 1.6em; margin-bottom: 14px; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="background-color: white; color: #333333; line-height: 1.6em; margin-bottom: 14px; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify;">
<span style="line-height: 22.390625px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif; font-size: x-small;">Extracto del eBook <a href="http://www.documentalistas.org/category/libros/" style="color: #f99734; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-decoration: none;" title="Libros publicados por la Fundación CD">Entorno Digital y Futuro de la Cultura</a>.</span></span></div>
<div style="background-color: white; color: #333333; line-height: 1.6em; margin-bottom: 14px; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify;">
Fuente: <a href="http://www.documentalistas.org/articulo-el-futuro-del-patrimonio-cultural/">http://www.documentalistas.org/articulo-el-futuro-del-patrimonio-cultural/</a></div>
<div class="blogger-post-footer">Rincón del Bibliotecario</div>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/10910925058918229848noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6346004892505425247.post-33997959826609574872012-11-01T12:45:00.001-07:002012-11-10T18:35:59.189-08:00La memoria ya es digital<br />
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="color: #333333;">POR:<i style="font-weight: bold;"> </i><b>Horacio Tarcus</b></span></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<b><span style="font-family: Verdana; font-size: 13.0pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";"><br /></span></b></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<b><span style="font-family: Verdana;">Un experto en documentación y archivos explica cómo es el
tránsito inexorable del documento encarpetado al formato virtual e intangible.
Sin embargo, el fetichismo del papel no debe ser reemplazado por el del chip,
advierte Tarcus.<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://1.bp.blogspot.com/-RjiuIWAMTTc/UJLQ_wYERxI/AAAAAAAAC_U/SA8wKx7QmZA/s1600/memoria-digital_CLAIMA20121027_0019_4.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://1.bp.blogspot.com/-RjiuIWAMTTc/UJLQ_wYERxI/AAAAAAAAC_U/SA8wKx7QmZA/s1600/memoria-digital_CLAIMA20121027_0019_4.jpg" /></a></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";"><br /></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";"><br /></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";"><br /></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Archivos,
documentos, carpetas, ficheros, almacenamientos, permisos de acceso, solo
lectura, copias de seguridad… Buena parte de la jerga propia de la
archivística, utilizada hasta hace poco tiempo por celosos archiveros o
atribulados empleados de un despacho judicial, se ha extendido en los tiempos
de la digitalización al habla cotidiana de la mayor parte de la población.</span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Hasta hace unos
pocos años nuestra percepción de los “archivos” remitía a interminables
pasillos poblados de anaqueles atiborrados de empolvados papeles, debidamente
clasificados y encintados en viejas carpetas, con su correspondiente etiqueta
manuscrita.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Hoy la palabra
“archivo” nos remite a un uso mucho más cotidiano: el “archivo digital” de
nuestro procesador de texto.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Se parecen en
mucho, pero no son lo mismo. Nuestro archivo tiene hoy páginas pero no hojas,
tiene tamaño y color, e incluso peso, pero de él no emanan olores ni se acumula
polvillo: es apenas un gélido conjunto de bits almacenados en un dispositivo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="color: blue; font-family: Verdana, sans-serif;">Sin
embargo, la noción de “archivo digital” nace por analogía con el mueble
archivero de una oficina o institución: una unidad constituida por cajones, que
a su vez contiene carpetas, dentro de las cuales se guardan documentos. Lo que
hoy llamamos “archivo digital” equivale en verdad al documento considerado en
su unidad, mientras que el conjunto de archivos y carpetas que se organiza de
modo jerárquico y arborescente constituye lo que se denomina un “sistema de
archivos”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Lo curioso es que
hay una asimetría en esta duplicación virtual: en el archivo real, el de los
anaqueles, los biblioratos y el polvillo, la unidad es el documento,
reservándose la designación de archivo, o mejor, de fondo de archivo, a la
totalidad de la documentación reunida por una institución o una persona. O se
llama coloquialmente archivo a la institución que lo resguarda. En cambio, en
la era digital, “archivo” es la unidad.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Pero la
archivística no sólo se ha conmovido por esta apropiación de su jerga en la era
de la información: es que la sola posibilidad de la digitalización de los
fondos de archivo abre un horizonte extraordinario en lo que hace a la
preservación, la administración, la visibilidad, la accesibilidad y la
reproducción de un patrimonio cultural hasta hace poco, difícilmente accesible.
No sólo se ha revolucionado la labor de los archivistas, sino también nuestra
propia experiencia como lectores, eventuales o profesionales, de papeles de
archivo. ¿Quién no ha experimentado emoción y alegría al encontrar colgada en <st1:personname productid="la Web" w:st="on">la Web</st1:personname> la copia digital de un
antiguo o remoto documento histórico que de otro modo acaso nunca hubiera visto
jamás, o al abrirse con apenas un clic la imagen de la carta manuscrita o el
borrador de un escritor querido?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Pero aquí
justamente comienza el problema. Es que un documento encontrado en <st1:personname productid="la Web" w:st="on">la Web</st1:personname> luego de afanosa búsqueda,
por emocionante que sea el proceso y sobre todo el hallazgo, y por más
elocuente que nos parezca en sí mismo, es siempre una pieza dentro de una
totalidad. </span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">La moderna archivística se fundó, precisamente, sobre el principio
de que el documento dice sobre todo en relación al conjunto de los documentos
que componen un fondo. Entonces, no se trata sólo de descifrar el texto o las
imágenes del documento que tenemos a la vista, sino también y sobre todo de
saber cuál es su procedencia: de qué fondo proviene, qué persona o institución
conformó ese fondo, qué lugar ocupa dentro de su estructura / jerarquía y,
además, cuál es la institución que hoy nos garantiza la autenticidad del
documento, que nos informa de su organización, que recupera la historia
archivística de ese fondo, que nos autoriza o no a leerlo, o a reproducirlo,
completo o en parte. Aquello que Derrida ha designado como “el poder arcóntico
del archivo”, recordándonos que archivo proviene de <b>arkhé</b> , el comienzo, y se vincula al <b>arkheîon</b> , la casa, la residencia de los arcontes, bajo cuya tutela
se guardaban los documentos oficiales. El documento de archivo remite pues al <b>arkhé</b> , al comienzo, al olvido y la
conservación de la memoria; y también a la institución que lo guarda, esto es,
al poder. El documento aislado es la prenda del fetichismo del coleccionista;
el investigador, en cambio, trabaja con el documento integrado en un fondo,
resguardado y catalogado por una institución.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Desde luego, el
problema del documento aislado se nos presenta tanto de modo real como virtual.
El librero de viejo o el rematador de bienes culturales nos ofrecen
habitualmente piezas sueltas valorizadas no sólo por el prestigio del autor
(una carta de Borges, un dibujo de Rafael Alberti, un poema manuscrito de
Neruda) sino por el aura de la pieza única y original. Normalmente son piezas
desgajadas de un fondo y destinadas al fetichismo coleccionista. Pero en el
mundo virtual de <st1:personname productid="la Web" w:st="on">la Web</st1:personname>
el problema se acentúa, pues nuestra pantalla nos ofrece a menudo sólo la
imagen de un documento, una pieza suelta y sin el contexto que le da sentido.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Pero al fetichismo
de la pieza suelta se ha sumado el fetichismo de la digitalización. Hay quienes
creen muy seriamente, por ejemplo, que al caos de nuestro Archivo General de <st1:personname productid="la Nación" w:st="on">la Nación</st1:personname> debemos enfrentarlo
meramente con un programa de digitalización total. Ignoran que la
digitalización no hace milagros: se limita a reproducir de modo virtual el
orden o el desorden del original. Sea en papeles, carpetas y anaqueles, o sea
en bits y en discos rígidos, la identificación y catalogación de los fondos es
ineludible.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><b>En conclusión:</b> <span style="color: blue;">aunque me gustan los estrechos pasillos amenazados por
empinados estantes, biblioratos que amenazan caerse sobre nuestra cabeza, los
pisos de parquet que crujen bajo mis pasos y me emociona desatar el moño de la
cinta para abrir una carpeta que atesora viejos papeles, no quiero ignorar que
no ya el futuro, sino el presente avanza hacia la digitalización y
virtualización de los archivos. Nuestras viejas prácticas de manos llenas de
polvo quedarán en unas pocas decenas de años para la memoria, el cine y la
literatura.</span> <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Los centros
mundiales más avanzados en archivística vienen desarrollando sistemas
integrales de catalogación, descripción y digitalización de fondos de archivo
que apuntan a resolver los problemas arriba señalados. En Buenos Aires, desde
el CeDInCI venimos experimentando en uno de ellos: ICA-Atom (acrónimo de
International Council on Archives-Access to Memory).<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Entre tanto, y
hasta que la digitalización integral de los archivos se normalice y se expanda
por el mundo, <st1:personname productid="la Web" w:st="on">la Web</st1:personname>
se nos aparece hoy como una versión gratuita de esas subastas de libros
firmados, manuscritos y fotos autografiadas: una caótica oferta de infinitas y
maravillosas piezas sueltas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";"><br /></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
Fuente: <a href="http://www.revistaenie.clarin.com/ideas/tecnologia-comunicacion/memoria-digital_0_799720036.html">http://www.revistaenie.clarin.com/ideas/tecnologia-comunicacion/memoria-digital_0_799720036.html</a></div>
<div class="blogger-post-footer">Rincón del Bibliotecario</div>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/10910925058918229848noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6346004892505425247.post-28940233443467028192012-10-31T20:46:00.001-07:002012-10-31T20:46:59.412-07:00La digitalización es conocimiento<br />
<h4 style="background-color: #f5f4ef; color: #333333; font-family: arial, helvetica, clean, sans-serif; font-size: 12px; font-weight: normal; margin: 0px 0px 12px; padding: 0px;">
POR <em style="font-style: inherit; font-weight: bold; text-transform: uppercase;">DAVID MONNIAUX</em></h4>
<br />
<b style="font-family: Verdana, sans-serif; text-align: justify;"><br /></b>
<b style="font-family: Verdana, sans-serif; text-align: justify;">Internet
amplió el acceso a libros y publicaciones periódicas fuera de <st1:personname productid="la Academia. El" w:st="on">la Academia. El</st1:personname> debate
pasa ahora por La calidad de los contenidos de <st1:personname productid="la Web." w:st="on">la Web.</st1:personname></b><br />
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://1.bp.blogspot.com/-GzziRVL40z8/UJHwNsTd2vI/AAAAAAAAC-g/M9ixndgmCTc/s1600/digitalizacion-conocimiento_CLAIMA20121027_0039_4.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="178" src="http://1.bp.blogspot.com/-GzziRVL40z8/UJHwNsTd2vI/AAAAAAAAC-g/M9ixndgmCTc/s320/digitalizacion-conocimiento_CLAIMA20121027_0039_4.jpg" width="320" /></a></div>
<br /></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">La
digitalización es fantástica para acceder al conocimiento. Libros de papel,
periódicos y revistas tienen algunas ventajas (por ejemplo, se puede “navegar”
sobre ellos), pero muchas veces no se los puede encontrar completos, y muchos
sólo están disponibles en bibliotecas especializadas. Las bibliotecas no tienen
infinito espacio y a veces tienen que desechar libros que nadie pide. Acceder a
los libros implica a veces viajar hasta la biblioteca local. Pero no todos
vivimos en ciudades con buenas bibliotecas, o siquiera con alguna biblioteca.
Ni todas tienen un servicio de préstamo inter-bibliotecario. Muchos de los que
opinan sobre los peligros de la digitalización parecen olvidar que no todo el
mundo es un académico con posibilidad de acceso a las bibliotecas
universitarias. La digitalización permite que cualquier persona con acceso a
Internet pueda obtener esos documentos directamente desde su casa.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">La
digitalización también plantea peligros puntuales. Los recursos estatales son
reducidos en muchos países y en ellos la digitalización puede parecer un gasto
no esencial, por lo cual resulta tentador dejar que corporaciones privadas
(como Google) hagan el trabajo. Sin embargo, las organizaciones públicas y
privadas que asumen el gasto de la digitalización podrían aspirar a algún tipo
de “rédito de la inversión”. En general, exigen algún derecho de autor sobre los
datos digitalizados, incluso si las obras forman parte del dominio público (en
Europa, esto ocurre 70 años después de la muerte del autor). Las bases
jurídicas de estas exigencias pueden no ser claras: en Francia, por ejemplo, no
existe un “derecho de autor” en sí, sino el “derecho del autor” que reclama la
autoría. Pero el escaneo como actividad mecánica no presupone creatividad ni
autoría. Por eso, para muchas organizaciones resulta muy tentador exigir
modificaciones legales que les permitan obtener una especie de derecho oficial
a cobrar por lo que está en el dominio público.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Un
segundo peligro concierne a la interoperabilidad y a la limitación de derechos
de los usuarios. Leer un libro en papel no requiere ningún equipamiento y una
vez comprado, uno no precisa autorización del editor para leer el libro o
prestárselo a un amigo. En cambio, los documentos digitales se venden en
formatos específicos que requieren software compatible. Algunos de estos
formatos incorporan DRM: sistemas de gestión de derechos digitales que limitan
lo que el usuario puede hacer con los documentos (sí ver pero no imprimir, por
ejemplo), por lo cual algunos los llaman “esposas legales”. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Algunos
sitios permiten al usuario ver una página por vez, pero no descargar el
documento entero para emplearlo fuera de Internet. Incluso si un usuario compra
un contenido para usarlo fuera de Internet, es posible que no pueda adquirirlo
plenamente sino sólo obtener algunos derechos limitados y revocables. Además,
los sistemas DRM suelen ser implementados en forma precaria lo que implica
nuevas incompatibilidades. La obsolescencia también puede volver ilegibles
determinados documentos digitales. El software que se empleó al crearlos veinte
años atrás puede resultar ahora inaccesible. Los medios de almacenamiento
cambian con mayor frecuencia cada vez (se incrementa la densidad de los medios,
las interfaces son más rápidas) y también pueden deteriorarse con el tiempo. Si
alguien escribió un texto en su computadora en 1980 y lo almacenó en un floppy disk
, seguramente ese disco es hoy en día ilegible (se desmagnetizó, o no hay
lectores que los descifren o el procesador de palabras utilizado ya no está
disponible, etc.).<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Por
último, una crítica habitual a los esfuerzos de la digitalización (especialmente
los de Google) es que no acatan los estándares profesionales de las
bibliotecas: por ejemplo, puede ser que no distingan entre diversas ediciones
de un mismo libro –algo relevante en ciertos trabajos académicos. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Para
mí éste es el problema menor porque tiene un impacto limitado. Una dificultad
que aparece cuando se discute el vínculo entre conocimiento y digitalización es
que diferentes tipos de usuarios tienen necesidades y expectativas diferentes.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">El
libro “ Googléame” (FCE, 2008) de mi colega Barbara Cassin recibió críticas muy
favorables de algunos periodistas e intelectuales, y eso despertó mi
curiosidad. No es común encontrar a filósofos discutiendo sobre motores de
búsqueda y computación. Pero me decepcionó. A mi juicio, dice cosas obvias. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Que
Google ranquea las páginas web y documentos no de acuerdo con un juicio
académico sino según criterios lexicográficos superficiales (aparición de
palabras clave en la página) combinados con la popularidad iterativa (el famoso
algoritmo PageRank). Que el traductor de Google opera con mecanismos igualmente
superficiales y que suele producir resultados hilarantes. El libro de Cassin
propone algunas sugerencias muy ingenuas sobre cómo mejorar estos motores de
búsqueda: parece que su autora ignora la inmensa cantidad de trabajo que existe
en esa línea y las dificultades específicas que afronta (cualquier técnica que
se intente aplicar a <st1:personname productid="la Web" w:st="on">la Web</st1:personname>
tiene que tener costos limitados, para un conjunto muy amplio de datos).<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Me di
cuenta de que aunque lo que Cassin decía era obvio, banal e ingenuo para mí,
podía no serlo para la audiencia a la que estaba dirigida (¿periodistas?,
¿académicos del ámbito de las humanidades?). Es gracioso. Esto mismo es lo que
piensa mi colega sobre Wikipedia: según ella, es útil para quienes no saben
nada sobre un tema, pero fastidiosamente insuficiente para quienes conocen
sobre ese tema. Cassin se queja de que no aprendió nada leyendo artículos de
Wikipedia sobre filósofos griegos, tema en el cual ella es experta. Yo tampoco
aprendí nada sobre Google leyendo su libro, salvo algunas anécdotas que no
aparecían jerarquizadas por ninguna fuente confiable. La simetría es asombrosa.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Refiriéndose
a quienes elaboran Wikipedia, Cassin se pregunta en su libro: “¿Qué significa
dar a los que nada saben aquello que los que saben ya no quieren para sí
mismos?”. Yo tengo una respuesta: significa escribir para el lego. O incluso
(en cuestiones de alto nivel de especialización), enseñar. Seguramente al
académico le van a molestar los documentos sobre su especialidad escritos por
un lego. En casa recibo tres revistas científicas: dos publican artículos
largos, escritos por académicos, y la tercera publica reseñas y noticias más
livianas. Yo prefiero las dos primeras por la profundidad de su contenido, pero
para muchos amigos son muy difíciles de leer y disfrutan en cambio de la
tercera.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Describo
la situación como si los artículos de Wikipedia estuvieran escritos en su
mayoría en un nivel elemental, en términos de un lego –contra esto protesta
Cassin–; sin embargo la situación es mucho más matizada. Muchos critican los
artículos de Wikipedia, sobre todo en matemáticas y ciencias exactas, por ser
de un nivel demasiado alto, como escritos por investigadores y graduados
universitarios para beneficio de sus pares. Y efectivamente algunos están
escritos por expertos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Como
ocurre a menudo con Wikipedia, la dificultad radica en la falta de uniformidad
de los artículos. Entre la biografía de un político local y un artículo sobre
un tema científico especializado (la jerarquía polinómica de las clases
complejas) hay muy poco en común. A la primera la puede editar cualquiera: el
propio político, uno de su equipo o un enemigo. La segunda seguramente estará
escrita por un experto, por la sola razón de que sólo alguien con conocimiento
avanzado iría a buscar información sobre un tema como ese.</span><span style="font-family: Verdana; font-size: small;"><o:p></o:p></span></div>
<br />
<br />
<br />
<div>
<a href="http://www.revistaenie.clarin.com/ideas/tecnologia-comunicacion/digitalizacion-conocimiento_0_799720053.html">http://www.revistaenie.clarin.com/ideas/tecnologia-comunicacion/digitalizacion-conocimiento_0_799720053.html</a></div>
<div class="blogger-post-footer">Rincón del Bibliotecario</div>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/10910925058918229848noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6346004892505425247.post-55540928330640498042011-11-05T21:23:00.000-07:002011-11-05T21:23:41.186-07:00Escribir en el aire<br />
<div class="autor" style="border-bottom-width: 0px; border-color: initial; border-left-width: 0px; border-right-width: 0px; border-style: initial; border-top-width: 0px; color: rgb(86, 81, 68) !important; line-height: 17px; padding-bottom: 0px; padding-left: 30px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; text-align: left;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Por: <b>Pablo Capanna</b></span></div>
<div id="cuerpo" style="line-height: 17px; margin-top: 10px; padding-left: 30px; text-align: left;">
<div class="margen0" style="line-height: 1.5em; margin-bottom: 15px; text-align: justify;">
<a href="http://4.bp.blogspot.com/-Z6CPmAV76M0/TrYKdftTheI/AAAAAAAACNA/176fK2PmOWY/s1600/fu02fo01+%25281%2529.gif" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="320" src="http://4.bp.blogspot.com/-Z6CPmAV76M0/TrYKdftTheI/AAAAAAAACNA/176fK2PmOWY/s320/fu02fo01+%25281%2529.gif" width="169" /></a><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">A pesar de pertenecer a una generación que compraba y leía libros, nunca me dio por ser bibliófilo ni coleccionista. Esas actividades requieren algo de dinero y una debilidad por los aspectos físicos del libro, que en algunos casos hasta puede derivar en cierto desprecio por su contenido. En mi caso, siempre ocurrió lo contrario. La única vez que pasé por una editorial especializada en textos escolares me enteré de que había sido rotulado como “productor de contenidos”. Nunca me enteré de qué nombre recibían quienes se ocupaban de los “envases”, pero me dieron a entender que su tarea era mucho más importante que cualquier “contenido”, para hacer que el producto fuera más atractivo.</span></div>
<div style="line-height: 1.5em; margin-bottom: 15px; margin-top: 15px; text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Sin desmerecer todo eso que hace más agradable la lectura, desde la tipografía hasta la encuadernación, siempre consideré que los libros valían ante todo por las ideas o los sentimientos que eran capaces de transmitir, aunque estuvieran impresos en papel de diario.</span></div>
<div style="line-height: 1.5em; margin-bottom: 15px; margin-top: 15px; text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Con todo, y sin habérmelo propuesto, el hecho de haber vivido mucho y siempre con poca plata para comprar buenas ediciones, me llevó a frecuentar las librerías de viejo. De ese modo, y sin proponérmelo, llegué a tener en mi biblioteca algunos ejemplares que tienen casi un siglo de vida.</span></div>
<div style="line-height: 1.5em; margin-bottom: 15px; margin-top: 15px; text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">El más viejo es un Rousseau en italiano que ha cumplido más de cien años. También tengo un Wells, un Pascal y algunos otros que ya son más que nonagenarios. Todos están muy legibles, y se diría que han resistido heroicamente el paso del tiempo. En cambio, en los últimos tiempos he tenido que deshacerme de libros que tenían apenas treinta años, a medida que sus hojas se iban oscureciendo y resquebrajando.</span></div>
<div style="line-height: 1.5em; margin-bottom: 15px; margin-top: 15px; text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Estas diferencias dependen de la tecnología que en cada caso se utilizó para fabricar el papel. Desde que los chinos lo inventaron, hasta mediados del siglo XIX el papel se hacía exclusivamente reciclando trapos, pero en un momento se comenzó a producir con pulpa de papel y crecientes dosis de ácido clorhídrico, que lo hacían perecedero a plazo fijo. Aunque las pasteras juren que no contaminan el río, el papel pulp nace contaminado y tiene una breve expectativa de vida. Hasta se diría que en las últimas décadas ésta se ha acortado.</span></div>
<div style="line-height: 1.5em; margin-bottom: 15px; margin-top: 15px; text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Si alguien se propusiera darnos una respuesta optimista a esta cuestión, podría hablar del fin del papel como soporte de la escritura. Seguramente alabaría la llegada de la era digital, que permitirá almacenar definitivamente la información en soportes duraderos: Digital is forever! Pero, ¿estamos seguros de que podrá almacenarla definitivamente, en un material más duradero que el papel?</span></div>
<h4 class="fgfuturo" style="color: rgb(145, 170, 1) !important; line-height: 1.5em; margin-bottom: 10px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 10px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">DE LA ARCILLA AL SILICIO</span></h4>
<div style="line-height: 1.5em; margin-bottom: 15px; margin-top: 15px; text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Hace unos mil años, el rey Guillermo, dispuesto a consolidar la conquista normanda de Inglaterra, mandó hacer un censo de todas las propiedades sujetas a impuestos. Cuando la completó, la DGI normanda le puso por título El Libro del Juicio Final (Doomsday Book), quizá para amedrentar a los eventuales evasores.</span></div>
<div style="line-height: 1.5em; margin-bottom: 15px; margin-top: 15px; text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">En 1986, al cumplirse novecientos años del Doomsday Book, la BBC se propuso reeditar aquel emprendimiento cuando auspició un proyecto en el cual participaron cerca de un millón de colaboradores. Para la ocasión, emplearon los recursos más avanzados, como fotos digitales, videos y mapas interactivos.</span></div>
<div style="line-height: 1.5em; margin-bottom: 15px; margin-top: 15px; text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Pasaron veinte años más, y el libro que mandó hacer Guillermo el Conquistador en pergamino aún puede ser consultado por los historiadores, pero quedan muy pocas PC de las que se usaban en 1986. Para ser legible, el censo más reciente tuvo que ser transferido a un nuevo formato, y probablemente habrá que seguir convirtiéndolo cada tanto, porque no existe ningún formato definitivo, y los programas de lectura también evolucionan.</span></div>
<div style="line-height: 1.5em; margin-bottom: 15px; margin-top: 15px; text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Con el censo que en 1960 el gobierno de los Estados Unidos había mandado grabar en cinta magnética ocurrió algo parecido: para 1975 ya no había sistemas que permitieran leerlo en su forma original.</span></div>
<div style="line-height: 1.5em; margin-bottom: 15px; margin-top: 15px; text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Quizá por eso, a la hora de diseñar el mensaje a los extraterrestres que llevaría la sonda Voyager II de 1977, Carl Sagan tuvo la brillante idea de incluir el dispositivo de lectura. Una medida muy sabia, porque treinta años más tarde aquí en la Tierra ya era difícil conseguir algo parecido, al ritmo que avanza la tecnología.</span></div>
<div style="line-height: 1.5em; margin-bottom: 15px; margin-top: 15px; text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Basta pensar en que toda la información que hace 5 mil años un rey sumerio mandó grabar en tabletas de arcilla hoy podría ser leída con una tableta llena de hardware miniaturizado. Pero el riesgo que se corre ahora es que se torne ilegible en pocos años y que la arcilla sobreviva una vez más.</span></div>
<h4 class="fgfuturo" style="color: rgb(145, 170, 1) !important; line-height: 1.5em; margin-bottom: 10px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 10px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">DURABILIDAD</span></h4>
<div style="line-height: 1.5em; margin-bottom: 15px; margin-top: 15px; text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">La invención del lenguaje simbólico, que es la clave de toda la cultura, se tradujo necesariamente en el desarrollo de la escritura, que requería de algún soporte físico durable.</span></div>
<div style="line-height: 1.5em; margin-bottom: 15px; margin-top: 15px; text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">El primer soporte fue la piedra. Gracias a ella, el nombre de los reyes sobrevivió a los propios reyes y hasta al recuerdo de las hazañas o las calamidades que protagonizaron. La piedra era el soporte más duradero, pero el menos manipulable. Luego se recurrió al barro cocido, los metales, la cerámica o la seda. Conocemos los mitos egipcios gracias al papiro y los sermones de Buda porque fueron escritos sobre hojas de palma.</span></div>
<div style="line-height: 1.5em; margin-bottom: 15px; margin-top: 15px; text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">El papiro egipcio, hecho con varias capas de tejido vegetal, permitía conservar y transportar información escrita en una superficie extensa; además, al enrollarse, ocupaba poco espacio en los estantes.</span></div>
<div style="line-height: 1.5em; margin-bottom: 15px; margin-top: 15px; text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Esto era más que suficiente para las necesidades de la casta sacerdotal egipcia. Pero la gran expansión de la ciencia en la época alejandrina aumentó la demanda. Cuando Egipto cerró la exportación de papiro, en la ciudad de Pérgamo se comenzaron a usar pieles de animales (cordero, vaca, asno), que desde entonces se conocieron como pergaminos.</span></div>
<div style="line-height: 1.5em; margin-bottom: 15px; margin-top: 15px; text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">El pergamino se usaba en rollos (volúmenes), pero también en tomos, con hojas cortadas a la manera de un libro de hoy. También tenía otra ventaja: en él se podía escribir de ambos lados y borrar un texto para escribir otro encima, para delicia de los arqueólogos de hoy.</span></div>
<div style="line-height: 1.5em; margin-bottom: 15px; margin-top: 15px; text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">El uso del papel, que los árabes trajeron de China, se extendió durante la Edad Media, y tuvo su auge a partir del siglo XVII. El formato del libro actual (códice) se había impuesto cuando los predicadores cristianos encontraron que era más fácil de transportar y manipular que el rollo. La conjunción del papel, la imprenta y el libro fue el sustrato de toda la Modernidad.</span></div>
<div style="line-height: 1.5em; margin-bottom: 15px; margin-top: 15px; text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">El siglo XX presenció una nueva explosión, cuando lo digital comenzó a reemplazar a lo analógico, desde las fichas perforadas de Jacquard y Hollerith hasta la cinta magnética de IBM. Muchas expectativas fueron depositadas en el microfilm, que entonces se presentaba como el soporte del futuro. Al mismo tiempo, la fotocopia multiplicaba versiones bastante volátiles de los textos: fueron la salvación de los estudiantes, pero no enriquecieron las bibliotecas.</span></div>
<div style="line-height: 1.5em; margin-bottom: 15px; margin-top: 15px; text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Luego vinieron el disquete y el CD, que ofrecían cada vez una mayor capacidad de almacenamiento de datos, pero resultaron menos durables que el libro.</span></div>
<h4 class="fgfuturo" style="color: rgb(145, 170, 1) !important; line-height: 1.5em; margin-bottom: 10px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 10px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">REDUNDANCIA</span></h4>
<div style="line-height: 1.5em; margin-bottom: 15px; margin-top: 15px; text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">La destrucción de la Biblioteca de Alejandría fue una catástrofe para la tradición científica y para toda la cultura occidental, que tuvo que recomponerse trabajosamente a través de copias, varias veces retraducidas y adulteradas. Es costumbre culpar de todo ese desastre al califa Omar, pero hoy sabemos que se trató de un largo proceso en el cual intervinieron muchas manos, tanto por acción como por omisión.</span></div>
<div style="line-height: 1.5em; margin-bottom: 15px; margin-top: 15px; text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Los centenares de miles de volúmenes que los Tolomeos habían reunido en Alejandría, mediante la compra o la copia de cuanto manuscrito caía bajo su alcance, no perecieron en un solo holocausto por orden de Omar. Hubo una larga serie de saqueos, robos, incendios y abandono que llevó siglos, y se agudizó a medida que descrecía la curiosidad y el mundo antiguo se hundía en un clima de magia supersticiosa. Los testimonios de los sucesivos viajeros dan cuenta del progresivo deterioro, que Omar vino a rematar con una frase tristemente célebre.</span></div>
<div style="line-height: 1.5em; margin-bottom: 15px; margin-top: 15px; text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">¿Por qué la Biblioteca era tan importante, aparte de haber pertenecido al Museo, la primera universidad de la que tengamos noticia? Es probable que fuera porque la mayoría de los textos que atesoraba eran únicos o contaban con unas pocas copias manuscritas, de esas que producían en sus talleres una multitud de escribas.</span></div>
<div style="line-height: 1.5em; margin-bottom: 15px; margin-top: 15px; text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Alejandría no tenía redundancia, o tenía muy poca. Un manuscrito perdido era un agujero en el tejido del saber, a no ser que en alguna remota provincia quedara una copia aceptable.</span></div>
<div style="line-height: 1.5em; margin-bottom: 15px; margin-top: 15px; text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">La gran revolución que trajo la imprenta consistió en incrementar radicalmente la redundancia, de manera que por cada libro que se destruía, siempre era posible encontrar algún ejemplar en otra parte, y a la larga era posible recuperar el texto perdido.</span></div>
<div style="line-height: 1.5em; margin-bottom: 15px; margin-top: 15px; text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">La multiplicación llegó a su extremo con la aparición de Internet, donde casi todo puede “bajarse” desde los sitios más disímiles. Con cierta ingenuidad, tendemos a imaginar a Internet como una suerte de Mundo de las Ideas platónico, del cual se bajan o se suben “contenidos”, pero confiamos en que los textos durarán para siempre. Todos nos hemos tropezado con noticias del pasado que parecen eternizarse en alguna página web, y eso nos hace pensar que en la red nada se pierde. Sin embargo, las dificultades surgen cuando pretendemos ofrecer referencias que permitan corroborar dónde hemos obtenido la información. Cuando los libros eran de papel se citaba la edición y la página, y aunque nadie se tomara el trabajo de verificarlo, eso bastaba como prueba de veracidad. Hoy algunos se las ingenian para citar, por ejemplo, “www.montoto.edu, consultada el día 14-07-11 a las 20.30”. El dato puede ser cierto y hasta aceptable para un jurado de tesis, pero es imposible verificarlo en otro momento, cuando la página se actualiza periódicamente. El hecho es que la red está siempre mutando: muchos sitios desaparecen, otros se transforman y la información que no emigra, se pierde.</span></div>
<div style="line-height: 1.5em; margin-bottom: 15px; margin-top: 15px; text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Si no confiamos demasiado en la eternidad de la red, la alternativa es conservar los datos en un soporte externo. Pero cualquier usuario que lleve algo más de diez años tratando con computadoras ha vivido la evolución de la tecnología, que hacía obsoletos los sistemas bastante antes de que el hardware comenzara a fallar.</span></div>
<div style="line-height: 1.5em; margin-bottom: 15px; margin-top: 15px; text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Si alguien aún conserva información en disquetes de 3,5 o 5 1/4 tendrá grandes dificultades para recuperarla, a menos que recurra a alguna secta de nostálgicos al estilo de los ferromodelistas o los cultores del disco de vinilo.</span></div>
<div style="line-height: 1.5em; margin-bottom: 15px; margin-top: 15px; text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Estamos tan acostumbrados a ciertos programas de escritura y de cálculo que no reparamos en que se trata de productos comerciales, que en cualquier momento pueden salir del mercado. Así como nadie se acuerda del WordStar, que fue el programa de escritura líder de los años ’80, los formatos habituales como “doc”, “JPEG” o “MP3” pueden desaparecer junto con el programa que permite leerlos.</span></div>
<div style="line-height: 1.5em; margin-bottom: 15px; margin-top: 15px; text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Paradójicamente, los soportes electrónicos tienen una esperanza de vida sensiblemente inferior al papel de buena calidad. El CD Rom, el DVD o el Blu-ray sufren la degradación de su capa fotosensible, lo cual hace que duren a lo sumo entre cinco y diez años. Aunque el disco holográfico, la nueva promesa, aspira a tener una vida útil de medio siglo.</span></div>
<div style="line-height: 1.5em; margin-bottom: 15px; margin-top: 15px; text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Nuestros sistemas permiten acopiar enormes cantidades de información tanto irrelevante como valiosa, con un grado de redundancia jamás visto. De hecho, somos capaces de encerrar muchas Alejandrías en un pequeño disco.</span></div>
<div style="line-height: 1.5em; margin-bottom: 15px; margin-top: 15px; text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">La vida de una pirámide es de 5 mil años y una catedral dura unos mil, pero nuestros rascacielos apenas aspiran a durar cien años, con un buen mantenimiento. Tenemos una cultura de lo efímero, donde el largo plazo importa cada vez menos, y toda nuestra confianza reposa en la extrema redundancia de aquello que guardamos. Pero corremos el riesgo de conservar infinitos registros de cámaras de seguridad y perder la única copia de algún libro que pudo cambiar el mundo.</span></div>
<div style="line-height: 1.5em; margin-bottom: 15px; margin-top: 15px; text-align: justify;">
Fuente: <a href="http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/futuro/13-2617-2011-11-05.html">http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/futuro/13-2617-2011-11-05.html</a></div>
<div style="line-height: 1.5em; margin-bottom: 15px; margin-top: 15px; text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
</div><div class="blogger-post-footer">Rincón del Bibliotecario</div>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/10910925058918229848noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-6346004892505425247.post-84169913556780109522011-08-20T20:23:00.000-07:002011-08-20T20:23:36.159-07:00Los beneficios de la digitalización de documentos o despapelización<div style="text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="background-color: white; color: #3f3f40; line-height: 17px;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Por: <b>Norma Mayol </b></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="background-color: white; color: #3f3f40; font-family: Verdana;">En base a ciertos de estudios se sabe que un 70% de la información
mundialmente disponible está impresa, un 20% son documentos electrónicos y el
10% restante son bases de datos, por lo que, en resumen, un 90% es información
no estructurada y tan sólo un 10% es información estructurada.</span><span class="Apple-style-span" style="background-color: white; color: #3f3f40; font-family: Verdana, sans-serif; line-height: 17px;"> </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="background-color: white; color: #3f3f40; font-family: Verdana, sans-serif; line-height: 17px;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="background-color: white; color: #3f3f40; font-family: Verdana, sans-serif; line-height: 17px;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://1.bp.blogspot.com/-qaK1dgd9dHM/TlB3Wp8FLzI/AAAAAAAACJA/TqtJxsq8plI/s1600/proceso+de+digitalizaci%25C3%25B3n.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="261" src="http://1.bp.blogspot.com/-qaK1dgd9dHM/TlB3Wp8FLzI/AAAAAAAACJA/TqtJxsq8plI/s320/proceso+de+digitalizaci%25C3%25B3n.jpg" width="320" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="background-color: white; color: #3f3f40; line-height: 17px;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="background-color: white; color: #3f3f40; font-family: Verdana, sans-serif; line-height: 17px;">El problema real es entonces cómo efectuar el procesamiento para lograr la clasificación de dichos contenidos no estructurados de forma rápida, eficiente y económicamente conveniente, con el objetivo de permitir la recuperación de la información. Y muchas veces la administración de esta información es subestimada, ocasionando pérdidas invaluables de oportunidades, al mismo tiempo que las organizaciones continúan siendo afectadas con más documentos de los que pueden procesar eficientemente durante su operatoria diaria: faxes, catálogos, correos electrónicos, facturas, informes, manuales, órdenes de compra, pedidos, etc. Es así como el manejo de toda esta gran cantidad de información se convierte en uno de los mayores desafíos que se presentan en las organizaciones hoy en día. </span></div>
<span class="Apple-style-span" style="background-color: white; color: #3f3f40; font-family: Verdana, sans-serif; line-height: 17px;"><div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</span><br />
<div style="text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="background-color: white; color: #3f3f40; line-height: 17px;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">La digitalización de documentos es un paso fundamental para administrar todo ese tipo de información en papel que de otra manera sería imposible hacerlo. Es el proceso mediante el cual un documento es transformado en una imagen digital, y es almacenado junto a datos que lo referencian en una base de datos, pudiendo acceder al mismo desde múltiples ubicaciones sin necesidad de tener que acudir al documento físico. </span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="background-color: white; color: #3f3f40; line-height: 17px;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="color: #3f3f40; font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="line-height: 17px;"><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span class="apple-style-span"><span style="background: white; color: blue; font-family: Verdana; mso-bidi-font-family: Arial;">Trabajar en una organización sin papeles; disminuir en el costo de
impresión, fotocopiado, distribución y publicación de documentos; disminuir
horas de profesionales afectadas a la búsqueda de documentos; disminuir el
costo de almacenamiento y traslado de documentos; acceder a la información de
manera simultánea desde diferentes lugares; acceder de manera rápida, segura y
protegida a la documentación; aprovechar la información para la toma de
decisiones; aprovechar los espacios destinados a guardar archivos físicos (en muchos
casos eliminando los archivos históricos físicos); sistematizar y automatizar
los procesos; reducir los tiempos de respuesta a clientes internos, externos,
auditorias y entes de fiscalización y control; bajar el costo de respaldo de
los documentos ante eventual pérdida o destrucción de la valiosa documentación;
mayor productividad del personal. <o:p></o:p></span></span></div>
</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="color: #3f3f40; font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="line-height: 17px;"><br /></span></span></div>
<br />
<br />
<div style="text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="background-color: white; color: #3f3f40; font-family: Verdana, sans-serif; line-height: 17px;">Para archivar 100.000 hojas se necesita un espacio de 10 m2, en tanto que 100.000 imágenes ocupan un DVD; un documento original solo puede ser visto por una persona a la vez, mientras que una imagen digitalizada puede ser consultada de forma simultánea por varios usuarios autorizados; es la mejor manera de preservar y resguardar la información a través del paso del tiempo; se calcula que el 35% del tiempo de los empleados transcurre improductivamente buscando y manejando documentos (una caja o gaveta normal de archivo contiene aproximadamente entre 2.000 a 4.000 hojas); una búsqueda manual de 10.000 documentos por un determinado tema, autor y rango de fechas demoraría 67 horas hombre; el 7% de los documentos se pierde, mientras que el 15% están mal guardados; el papel utilizado por todas las impresoras, fotocopiadoras y maquinas de fax existentes en un año, sería equivalente a un listado de papel que daría 289 vueltas a la Tierra; el costo de una fotocopia es mayor al de una imagen digitalizada, sin embargo, la fotocopia no puede integrarse a ninguna aplicación, mientras que la imagen digitalizada puede hacerlo a cualquier sistema automatizado.</span></div>
<span class="Apple-style-span" style="background-color: white;"><div style="text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="color: #3f3f40; font-family: Verdana, sans-serif; line-height: 17px;"><br /></span></div>
</span><span class="Apple-style-span" style="background-color: white; color: #3f3f40; font-family: Verdana, sans-serif; line-height: 17px;"><b>Util para estudios contables</b></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="background-color: white;"><span class="Apple-style-span" style="color: #3f3f40; font-family: Verdana, sans-serif; line-height: 17px;">La Digitalización de Documentos orientada a los Estudios contables permite la vinculación de la información en soporte digital y de los registros contables que las organizaciones realizan. Estos actualmente registran la información en aplicaciones que sólo permiten llevar el registro del asiento de manera digital, pero la documentación asociada es guardada en soportes físicos sin ningún tipo de vinculación. Mediante la Digitalización de Documentos, se pueden llevar los registros contables vinculados con los documentos de respaldo generando como efecto la digitalización de toda la documentación.</span></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="background-color: white;"><span class="Apple-style-span" style="color: #3f3f40; font-family: Verdana, sans-serif; line-height: 17px;"><br /></span></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="background-color: white;"><span class="Apple-style-span" style="color: #3f3f40; font-family: Verdana, sans-serif; line-height: 17px;"><b>Facturación Electrónica</b></span></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="background-color: white; color: #3f3f40; font-family: Verdana, sans-serif; line-height: 17px;">La factura electrónica es el documento comercial en formato digital que reemplaza al documento físico tradicional, en papel, conservando un idéntico valor legal. </span><br />
<span class="Apple-style-span" style="background-color: white; color: #3f3f40; font-family: Verdana, sans-serif; line-height: 17px;">La facturación electrónica implica la emisión de un documento digital que envía la empresa vendedora a su cliente, por un lado, y a la administración de impuestos, por otro. Actualmente en nuestro país resulta de obligatoriedad para empresas de diversos rubros, de acuerdo a lo establecido por el régimen de Factura Electrónica (AFIP RG 2177/2006). Básicamente, se establece un enlace con AFIP para gestionar los Códigos de Autorización Electrónica (CAE) según la normativa vigente, y efectuar la registración de los mismos en una base de datos. Esto permite que los documentos tributarios digitales puedan ser consultados, y por consiguiente visualizados para su posterior impresión o envío por email. Lo más importante del proceso es que el papel ya no es necesario, sino sólo los datos, generando un importante ahorro de dinero en el emisor, economizando papel y el proceso de impresión y envío por correo; mientras que para el receptor le facilita el proceso de ingreso de datos, tipeo de facturas, eliminación de errores, y rapidez del proceso mediante la automatización.</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="background-color: white;"><span class="Apple-style-span" style="color: #3f3f40; font-family: Verdana, sans-serif; line-height: 17px;"><br /></span></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="background-color: white;"><span class="Apple-style-span" style="color: #3f3f40; font-family: Verdana, sans-serif; line-height: 17px;"><b>Lapicera Electrónica</b></span></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="background-color: white;"><span class="Apple-style-span" style="color: #3f3f40; font-family: Verdana, sans-serif; line-height: 17px;">El lápiz electrónico permite agilizar la captura de datos en procesos que son críticos. Por ejemplo, al realizarse un censo, la utilización de este tipo de tecnología permitiría obtener respuestas de manera rápida y certera evitando así el proceso de carga de los datos en forma manual con la posibilidad de errores de tipeo que ello genera. Esta nueva tecnología combina la portabilidad y la aceptación de lápiz común y papel tradicionales, con la capacidad de una computadora para almacenar, compartir y actuar en consecuencia según la información obtenida. El mismo funciona de igual manera que un bolígrafo tradicional, pero a diferencia de éste último, el dispositivo convierte la información escrita a mano en datos digitales. Una vez que los datos se almacenan en la memoria del lápiz, la información puede transferirse fácilmente a una PC u otros dispositivos tales como smartphones, a través de Bluetooth o USB. </span></span><br />
<br />
<div style="text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="background-color: white; color: #3f3f40; font-family: Verdana, sans-serif; line-height: 17px;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="background-color: white; color: #3f3f40; font-family: Verdana, sans-serif; line-height: 17px;">La información es ingresada mediante el lápiz a un formulario especialmente diseñado, que se imprime en papel común. Una tecnología que consiste en una serie de puntos débiles que forman una red y actúan como coordenadas en el mapa para localizar la ubicación de cada trazo de lápiz en el papel. Los datos se almacenan en el lápiz, siendo posible su descarga a computadoras u otros equipos, para posteriormente dejarse en una base de datos totalmente digitalizados (ya no hay necesidad de transcribir los datos a la PC), enviarse por email, FTP, etc. Es la tecnología más moderna y la forma más rápida de capturar información sin estar obligado a cambiar la forma tradicional de trabajar. Es usualmente utilizada para formularios de créditos, de ventas, seguros, encuestas, censos, etc.</span></div>
<span class="Apple-style-span" style="background-color: white;"><div style="text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="color: #3f3f40; line-height: 17px;"><br /></span></div>
<span class="Apple-style-span" style="color: #3f3f40; font-family: 'Segoe UI', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: x-small; line-height: 17px;">(*) Ingeniera en Sistemas, Aplika Group, Miembro de la Comisión de Informática </span><br /><span class="Apple-style-span" style="color: #3f3f40; font-family: 'Segoe UI', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: x-small; line-height: 17px;">del COPIT.</span></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="background-color: white;"><span class="Apple-style-span" style="color: #3f3f40; font-family: 'Segoe UI', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: x-small; line-height: 17px;"><br /></span></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="background-color: white;"><span class="Apple-style-span" style="color: #3f3f40; font-family: 'Segoe UI', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: x-small; line-height: 17px;">Fuente: <a href="http://www.elsigloweb.com/nota.php?id=75858">http://www.elsigloweb.com/nota.php?id=75858</a></span></span><br />
<div class="blogger-post-footer">Rincón del Bibliotecario</div>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/10910925058918229848noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-6346004892505425247.post-65456272679673778432010-08-27T04:25:00.000-07:002010-08-28T21:21:33.875-07:00Claves para digitalizar las fotos de papel con la ayuda de una cámara<a href="http://3.bp.blogspot.com/_uc2M3tNsMAk/THeh_alYA1I/AAAAAAAAB3U/-vUwgXMhywE/s1600/Consejos_CLAIMA20100825_0049_16.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5510050779951006546" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; WIDTH: 320px; CURSOR: hand; HEIGHT: 180px" alt="" src="http://3.bp.blogspot.com/_uc2M3tNsMAk/THeh_alYA1I/AAAAAAAAB3U/-vUwgXMhywE/s320/Consejos_CLAIMA20100825_0049_16.jpg" border="0" /></a><br /><br /><span style="font-family:verdana;">Por Leo González Pérez</span><br /><br /><br /><span style="font-family:verdana;"></span><br /><br /><br /><span style="font-family:verdana;"><span style="font-size:100%;"><span style="color:#3333ff;">Los especialistas sugieren no usar flash. Pero sí buena luz natural y un trípode</span>.<br /></span></span><span style="font-family:verdana;"></span><br /><br /><br /><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: verdana; ">Aunque son una especie en peligro de extinción, las fotos analógicas, esas que existen sólo estampadas sobre papel, todavía ocupan cajones y álbumes en muchos hogares. Y digitalizarlas, “pasarlas a la computadora”, puede ser una buena idea para preservarlas del paso del tiempo, sobre todo si atesoran recuerdos valiosos.</span></div><span style="font-family:verdana;"><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Para hacerlo, lo más habitual es recurrir a un escáner o a un equipo multifunción. Pero, en tiempos en que las cámaras digitales domésticas capturan imágenes de gran calidad, existe otra alternativa: fotografiar las fotos analógicas.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Rodrigo de la Fuente, docente del Nuevo Fotoclub Argentino, le explicó a Next que para esta tarea podría resultar suficiente una cámara estándar, aunque reconoció que cuanto más poderoso sea el equipo, se podrá aspirar a mejores resultados.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Para fotografiar las fotos, De la Fuente sugiere buscar una situación de iluminación pareja, en la que no confluya luz de diferentes fuentes. “Lo ideal sería hacerlo con luz solar, pero en un sector de sombra”, dice.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El experto recomienda, además, montar la cámara sobre un trípode o apoyarla sobre una superficie que asegure su inmovilidad, y colocar las fotos a digitalizar sobre un atril, o fijarlas a una superficie plana y enfrentada a la lente que fotografiará.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Otras sugerencias que da el especialista son: Anular el flash de la cámara, porque generaría reflejos.</div><div style="text-align: justify;">Usar la cámara a su máxima resolución.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Al ajustar el parámetro “Compresión” (también denominado “Calidad”), elegir la opción que indique el menor nivel de compresión.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Si es posible ajustar el parámetro ISO (la sensibilidad del sensor), se lo debe llevar a un valor bajo, típicamente 100. Y el balance de blancos (que calibra los colores) debe ajustarse en la opción “Día nublado” o una similar.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El zoom óptico de la cámara, en tanto, deberá estar en 2X o 3X. Es decir, si el zoom máximo es de 3X, debe estar ajustado en ese punto; mientras que en un equipo de 6X, el zoom deberá estar en la mitad del recorrido.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La cámara debe ubicarse a una distancia tal que la foto a digitalizar quede ajustada al tamaño del encuadre.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Es conveniente efectuar cada toma mediante el timer que retrasa el disparo unos segundos.</div><div style="text-align: justify;">Y si se tienen dificultades para lograr que la cámara haga foco, se debe colocar un objeto delante de la foto al pulsar el disparador, y retirarlo antes del disparo.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><strong><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal; "><strong>Consejos</strong></span></div></strong><div style="text-align: justify;"><br /></div><strong><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal; "><strong>Luz.</strong> Para digitalizar fotos en papel fotografiándolas, se sugiere buscar una situación de iluminación pareja. La luz solar es ideal, pero también se puede probar con dos lámparas que iluminen la foto desde los costados, formando ángulos de 45 grados.</span></div></strong><div style="text-align: justify;"><br /></div><strong><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal; "><strong>Cámara.</strong> Alcanza con una automática común. Pero una que posibilite ajustar parámetros de modo manual, permitirá aspirar a mejores resultados .</span></div></strong><div style="text-align: justify;"><br /></div><strong><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal; "><strong>Acción.</strong> Hay que garantizar la absoluta inmovilidad de la cámara y de la foto a digitalizar. Por eso, los que saben recomiendan usar un trípode, y apoyar las fotos de papel en un atril o fijarlas a una superficie plana. También conviene usar el disparo retardado de la cámara, para evitar el (mínimo) movimiento que se produce siempre al accionar el disparador.</span></div></strong><div style="text-align: justify;"><br /></div><br /><span style="font-size:78%;">Fuente:</span><a href="http://www.clarin.com/sociedad/Claves-digitalizar-fotos-ayuda-camara_0_323367743.html"><span style="font-size:78%;">http://www.clarin.com/sociedad/Claves-digitalizar-fotos-ayuda-camara_0_323367743.html</span></a></span><div class="blogger-post-footer">Rincón del Bibliotecario</div>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/10910925058918229848noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6346004892505425247.post-9171284114863461212009-08-26T17:39:00.000-07:002013-12-21T10:15:00.969-08:00Bibliotecas deben digitalizarse para sobrevivir<a href="http://4.bp.blogspot.com/_uc2M3tNsMAk/SpXXjyRtuRI/AAAAAAAABeg/KKDpWRZEvp4/s1600-h/TokyoU-Book-Scanning.jpg" onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5374438740128020754" src="http://4.bp.blogspot.com/_uc2M3tNsMAk/SpXXjyRtuRI/AAAAAAAABeg/KKDpWRZEvp4/s400/TokyoU-Book-Scanning.jpg" style="cursor: hand; cursor: pointer; float: right; height: 400px; margin: 0 0 10px 10px; width: 337px;" /></a><br />
<br />
<div style="text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="color: #3333ff; font-family: Verdana; font-size: 12px;">MILAN. Si las bibliotecas quieren evitar transformarse en instituciones desiertas y polvorientas en las que dormita un saber inaccesible, la única solución está en la digitalización de su patrimonio, coincidieron expertos internacionales, reunidos en Milán en ocasión del 75to. congreso mundial de la International Federation of Libreries Associations (IFLA) .</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="color: #3333ff; font-family: Verdana; font-size: 100%;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: 12px;"><br /></span></span></div>
<div>
<span class="Apple-style-span" style="color: #3333ff; font-family: Verdana; font-size: 100%;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: 12px;"><span class="Apple-style-span" style="color: #444444; font-size: 16px;"></span></span></span><br />
<div class="vsmcontent" id="vsmcontent" style="clear: left; color: #444444; font-family: Verdana, Arial, Helvetica; font-size: 10pt; margin-top: 30px;">
<div style="text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="color: #3333ff; font-family: Verdana; font-size: 100%;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: 12px;"><span class="Apple-style-span" style="color: #444444; font-size: 16px;">La transferencia a formatos digitales de las obras custodiadas en las bibliotecas de hecho ya forma parte del presente, como subrayó el presidente de la asociación italiana de bibliotecarios, Mauro Guerrini.</span></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="color: #3333ff; font-family: Verdana; font-size: 100%;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: 12px;"><span class="Apple-style-span" style="color: #444444; font-size: 16px;"><br /></span></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="color: #3333ff; font-family: Verdana; font-size: 100%;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: 12px;"><span class="Apple-style-span" style="color: #444444; font-size: 16px;">“Muchas bibliotecas municipales y locales ya han digitalizado y vuelto accesibles a través de Internet a libros y otros documentos, y lo mismo sucede en las universidades, donde algunos ateneos han logrado un nivel de servicio comparable con las mejores experiencias en el exterior”, dijo Guerrini. </span></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="color: #3333ff; font-family: Verdana; font-size: 100%;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: 12px;"><span class="Apple-style-span" style="color: #444444; font-size: 16px;"><br /></span></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="color: #3333ff; font-family: Verdana; font-size: 100%;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: 12px;"><span class="Apple-style-span" style="color: #444444; font-size: 16px;">Pero más allá de las iniciativas locales -regionales o nacionales- la tendencia que se va imponiendo en el mundo de las bibliotecas es la de definir acuerdos con operadores en Internet, que se ocupen técnicamente de la digitalización de las obras, una tarea larga y delicada, así como de su ordenación sucesiva, para permitir búsquedas en base a parámetros variables de parte de estudiantes, investigadores o simples lectores.</span></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="color: #3333ff; font-family: Verdana; font-size: 100%;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: 12px;"><span class="Apple-style-span" style="color: #444444; font-size: 16px;"><br /></span></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="color: #3333ff; font-family: Verdana; font-size: 100%;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: 12px;"><span class="Apple-style-span" style="color: #444444; font-size: 16px;">En este campo, se está perfilando una competencia entre algunos de los mayores actores en la red: por una parte el motor de búsqueda Google, con su proyecto Google Books, y por la otra la alianza entre Microsoft, Yahoo y Amazon para la rival Open Book Alliance. Google Books está actualmente en ventaja en esta competencia, luego de que la semana pasada se informó de sus tratativas con la Biblioteca Nacional francesa para colaborar en la digitalización de su catálogo de obras, como reconoció en Milán su responsable para Europa, Santiago de la Mora.</span></span></span></div>
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<span class="Apple-style-span" style="color: #3333ff; font-family: Verdana; font-size: 100%;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: 12px;"><span class="Apple-style-span" style="color: #444444; font-size: 16px;"><br /></span></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="color: #3333ff; font-family: Verdana; font-size: 100%;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: 12px;"><span class="Apple-style-span" style="color: #444444; font-size: 16px;">“Estamos muy satisfechos del interés que ha suscitado nuestra actividad: estamos ya colaborando con éxito con bibliotecas de muchos países, entre los cuales Francia, Bélgica, Gran Bretaña, Suiza, Alemania y España”, subrayó de la Mora, y precisó que “nuestra biblioteca digital cuenta ya con material en más de 100 idiomas”.</span></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="color: #3333ff; font-family: Verdana; font-size: 100%;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: 12px;"><span class="Apple-style-span" style="color: #444444; font-size: 16px;"><br /></span></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="color: #3333ff; font-family: Verdana; font-size: 100%;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: 12px;"><span class="Apple-style-span" style="color: #444444; font-size: 16px;">También Italia podría agregarse a esta lista, según dijo el director general de la oficina de valorización de los bienes culturales, Mario Resca, quien afirmó que el gobierno está conversando con Google Books sobre la posibilidad de transferir en Internet el contenido de las 47 bibliotecas administradas por el ministerio de Bienes Culturales.</span></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="color: #3333ff; font-family: Verdana; font-size: 100%;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: 12px;"><span class="Apple-style-span" style="color: #444444; font-size: 16px;"><br /></span></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="color: #3333ff; font-family: Verdana; font-size: 100%;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: 12px;"><span class="Apple-style-span" style="color: #444444; font-size: 16px;">Esto significaría unas 16 mil obras literarias que, como dijo Resca, el gobierno “se siente en deber de poner a disposición de todo el mundo”, ya que “esta maravillosa colección de obras maestras servirá para difundir la cultura y el idioma italianos”.</span></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="color: #3333ff; font-family: Verdana; font-size: 100%;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: 12px;"><span class="Apple-style-span" style="color: #444444; font-size: 16px;"><br /></span></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="color: #3333ff; font-family: Verdana; font-size: 100%;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: 12px;"><span class="Apple-style-span" style="color: #444444; font-size: 16px;">Aún así, muchos apuntan que existen serias dificultades en la digitalización de obras impresas, como el director de la Biblioteca Nacional Central de Roma, Osvaldo Avallone, quien subrayó que “la digitalización de un patrimonio de unos cinco millones de libros podría costar entre 40 y 50 centavos de euro por página”.</span></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="color: #3333ff; font-family: Verdana; font-size: 100%;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: 12px;"><span class="Apple-style-span" style="color: #444444; font-size: 16px;"><br /></span></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="color: #3333ff; font-family: Verdana; font-size: 100%;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: 12px;"><span class="Apple-style-span" style="color: #444444; font-size: 16px;">Además, advirtió, “no podemos dejar en manos de Google el monopolio de las bibliotecas digitales: después de todo, existen también proyectos europeos del mismo tipo”.</span></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="color: #3333ff; font-family: Verdana; font-size: 100%;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: 12px;"><span class="Apple-style-span" style="color: #444444; font-size: 16px;"><br /></span></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="color: #3333ff; font-family: Verdana; font-size: 100%;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: 12px;"><span class="Apple-style-span" style="color: #444444; font-size: 16px;">El éxito de Google Books, en efecto, nació de la adhesión al proyecto de una serie de bibliotecas de importantes universidades estadounidenses -Columbia, Princeton, Cornell, UCLA, Austin, etc- a la que fueron sumándose otros ateneos del mundo, como el de Ghent, en los Países Bajos, la japonesa Keio y la de Lausana (Suiza) .</span></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="color: #3333ff; font-family: Verdana; font-size: 100%;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: 12px;"><span class="Apple-style-span" style="color: #444444; font-size: 16px;"><br /></span></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="color: #3333ff; font-family: Verdana; font-size: 100%;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: 12px;"><span class="Apple-style-span" style="color: #444444; font-size: 16px;">Queda además por resolver el espinoso tema de los derechos de autor, que no afecta las obras más antiguas pero podría causar dificultades con las más recientes, ya que por definición el patrimonio de la bibliotecas debe pertenecer al dominio público.</span></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="color: #3333ff; font-family: Verdana; font-size: 100%;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: 12px;"><span class="Apple-style-span" style="color: #444444; font-size: 16px;"><br /></span></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="color: #3333ff; font-family: Verdana; font-size: 100%;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: 12px;"><span class="Apple-style-span" style="color: #444444; font-size: 16px;">Y a esto se suma el hecho de que, como subrayó la presidenta de IFLA, la alemana Claudia Lux, aunque la digitalización “puede servir para asegurar un acceso más amplio a nuestro patrimonio”, por otra parte la gente seguirá concurriendo personalmente a las bibliotecas para consultar las obras que allí se encuentran.</span></span></span></div>
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<span class="Apple-style-span" style="color: #3333ff; font-family: Verdana; font-size: 100%;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: 12px;"><span class="Apple-style-span" style="color: #444444; font-size: 16px;"><br /></span></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="color: #3333ff; font-family: Verdana; font-size: 100%;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: 12px;"><span class="Apple-style-span" style="color: #444444; font-size: 16px;">“Es que hay algunos documentos, algunos archivos, que sólo pueden ser consultados de ese modo, a lo que se suma la emoción de los lugares, el placer del encuentro con otros lectores e investigadores, o el simple gusto de poder estudiar en un ambiente que invita a la concentración”, dijo Lux.</span></span></span></div>
</div>
<div style="text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="color: #3333ff; font-family: Verdana; font-size: 100%;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: 12px;"><span class="Apple-style-span" style="color: #444444; font-size: 16px;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: 100%;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: 13px;"><br /></span></span></span></span></span></div>
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<span class="Apple-style-span" style="color: #3333ff; font-family: Verdana; font-size: 100%;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: 12px;"><span class="Apple-style-span" style="color: #444444; font-size: 16px;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Fuente:</span><a href="http://www.abc.com.py/abc/nota/17623-Bibliotecas-deben-digitalizarse-para-sobrevivir/"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">http://www.abc.com.py/abc/nota/17623-Bibliotecas-deben-digitalizarse-para-sobrevivir/</span></a></span></span></span></div>
</div>
<div class="blogger-post-footer">Rincón del Bibliotecario</div>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/10910925058918229848noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-6346004892505425247.post-88815511979219400092009-06-08T15:21:00.000-07:002011-04-26T04:06:18.422-07:00La biblioteca Google: Entrevista con Robert Darnton<div align="justify">
<span style="color: #cc6600;"><span style="color: black;"></span></span> </div>
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<span style="color: #cc6600;"><span style="color: black;">Con su proyecto de poner en línea libros de todo el mundo, Google busca reconciliar internet con la lectura a profundidad.</span> El historiador Robert Darnton, director de las bibliotecas de Harvard, comparte aquí tanto su entusiasmo como sus reservas.</span></div>
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<span style="color: #3333ff;">¿Internet realmente desquicia el mundo del libro y de la lectura?</span>La respuesta es sí, pero tampoco hay que caer en la exageración utópica. Algunos hablan incluso del fin de un mundo. Si se contempla a largo plazo, la llegada de internet es un cambio tan importante como el invento de los tipos móviles de Gutenberg. Los medios utilizados para comunicar e intercambiar ideas están en plena transformación, lo cual crea un estado de exaltación que nubla un poco la conciencia de lo que realmente está pasando. Yo creo que la mayor parte de los lectores, para apropiarse de textos de cierta extensión y profundidad, seguirá leyendo libros impresos. Sin embargo, sabemos que el proceso de formación y diseño de esos libros es ya radicalmente distinto del que se usaba en el pasado; ahora debe realizarse de manera digital. Y existen libros híbridos, mitad papel y mitad electrónicos; también hay libros completamente electrónicos y toda clase de intercambios textuales en muchos otros soportes. Todo esto transforma la manera en que los lectores leen, los autores escriben, los editores publican y los libreros venden.</div>
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</div>
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<span style="color: #3333ff;">¿Qué le hace pensar que el libro en papel sigue teniendo futuro?</span><br />
La historia lo muestra: un medio no desplaza al otro. Ahora sabemos que la publicación de manuscritos continuó después de Gutenberg, hasta principios del siglo XVIII. Mi amigo el historiador del libro Donald McKenzie sostenía que, en el caso de obras con tirajes de menos de cien ejemplares, era más barato confiarlas a los copistas que imprimirlas. La radio no desplazó a los periódicos, así como la televisión tampoco eliminó la radio o el cine. El libro electrónico no hará desaparecer el libro clásico. Creo que más bien llegaremos a un nuevo equilibrio, una nueva ecología de lo escrito.</div>
<span style="color: #3333ff;"></span><br />
<div align="justify">
<span style="color: #3333ff;">¿Qué opina del proyecto de Google que busca digitalizar gradualmente todos los libros del planeta?</span>Soy un firme creyente en la democratización del saber. La invención de la imprenta fue una etapa esencial en ese proceso, que luego siguió desarrollándose, a finales del siglo XIX, gracias a la utilización de la pasta de papel y las prensas con motores de vapor. La digitalización de los libros es una nueva etapa. Es una perspectiva emocionante. El buscador Google pondrá el conocimiento acumulado en los libros al alcance de todos o, al menos, de quienes dispongan de acceso a internet. Me parece además muy relevante para los investigadores. Al estar a la cabeza de la biblioteca universitaria más grande del mundo, apoyo la completa digitalización de todos los libros de temas de interés general y estoy de acuerdo con la iniciativa de poner en línea progresivamente, y de manera gratuita, todos los libros de nuestras colecciones cuyo contenido sea ya del dominio público. Harvard fue una de las primeras universidades en firmar, en 2006, un acuerdo en ese sentido con Google, y me alegro de ello. Es un paso tangible hacia la instauración de una república de las letras, y de una ciudadanía universal en el seno de esa república. Una idea que hace diez años se juzgaba como utópica comienza a tomar cuerpo.<br />
Pero este proyecto de Google no ha sido recibido con aprobación unánime, por decir lo menos. <span style="color: #3333ff;"></span></div>
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<span style="color: #3333ff;">¿Qué piensa de los argumentos de sus detractores?</span><br />
Hay muchas formas de crítica posibles. Se puede poner el acento en el peligro que representaría el poder que obtiene una sola empresa para gestionar el conocimiento, no solamente estadounidense sino mundial. En Francia, mi amigo Jean-Noël Jeanneney, quien dirigió la Biblioteca Nacional de Francia, publicó un libro sobre ese tema [Quand Google défie l'Europe: plaidoyer pour un sursaut, 2005]. No le parece bien que una compañía estadounidense quiera digitalizar todo el patrimonio literario europeo. Él apoya la idea de que Europa responda digitalizando sus propios libros. Quizás haya en esto un poco de antiamericanismo, aunque Jeanneney conozca bien Estados Unidos y no sea, en principio, un antiamericano. Pero su punto de vista se sostiene perfectamente. Me parece por completo legítimo que las instituciones europeas se preocupen de digitalizar su patrimonio, de acuerdo con sus propios criterios. Eso será muy positivo para todos, incluyéndonos a nosotros, los estadounidenses.</div>
<span style="color: #3333ff;"></span><br />
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<span style="color: #3333ff;">¿De qué manera favorecería a los estadounidenses que los europeos digitalicen sus fondos editoriales?</span>Porque la revolución digital también representa grandes peligros. No estamos a las puertas de la tierra prometida. Avanzamos lentamente, con grandes confusiones, por un territorio nuevo, en gran parte inexplorado. De modo que resulta esencial disponer de una variedad de enfoques. Creo que es posible darle la bienvenida a la iniciativa de Google y, al mismo tiempo, conservar la distancia. En un artículo que publiqué hace poco en The New York Review of Books expuse las razones para, en mi opinión, no dar un salto al vacío en este tema.</div>
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<span style="color: #3333ff;">¿Cuáles son sus reservas ante la iniciativa de Google?</span>Bueno, me pongo en guardia contra los entusiasmos desbordados. Los admiradores de Google afirman que todos los libros estarán disponibles en línea. Y eso no es exacto. No es lo que podemos contemplar para Estados Unidos ni, a fortiori, para el resto del mundo. No es viable, concretamente, dado el enorme número de volúmenes dispersos por todas partes. Tampoco es viable desde el punto de vista jurídico. Los derechos de autor literarios, cuyas reglas son muchas veces arcaicas, son un gran obstáculo para la digitalización total. Así que hay límites cuantitativos. Y también cualitativos. Una obra del siglo XVIII, por ejemplo, suele contar con numerosas ediciones, algunas de ellas piratas. Cada edición representa un interés particular, por diversas razones. ¿Cuál de todas va a privilegiar Google? Que yo sepa, la empresa no cuenta con ningún bibliógrafo.</div>
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<br />
<span style="color: #3333ff;">¿Quiere usted decir que la calidad del fondo editorial digitalizado por Google dejará que desear?</span></div>
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Es inevitable. Se cometerán errores en todos los niveles: la elección de los libros, la reproducción de los textos, de las imágenes. ¿Cómo va a operar el control de calidad en decenas de millones de títulos? ¿Y cómo es que el buscador de Google va a determinar el rango, la ordenación con la que se presentarán los libros? También podemos preguntarnos acerca de la duración de los métodos de digitalización que serán utilizados. Los programas y los soportes informáticos caducan con rapidez. ¿Qué medios garantizan la conservación de los archivos? ¿Cuál es, por otra parte, la duración de la empresa misma, de Google? Es algo que hago notar en mi artículo: hemos perdido ya el ochenta por ciento de los filmes mudos y cincuenta por ciento del total de las películas filmadas antes de la Segunda Guerra Mundial. Lo de Google está muy bien, ¡pero las bibliotecas no han dicho su última palabra!</div>
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<span style="color: #3333ff;">¿No hay una paradoja en ver al libro como una baza del futuro de internet, cuando internet parece alejarnos de los libros?</span>En este punto creo que también hace falta introducir la mirada de los historiadores, a largo plazo. Internet nos aleja de los libros y, en ese sentido, las nuevas generaciones tienden a pensar que toda la información posible se encuentra en línea y que es globalmente fiable. Sucede incluso con los muy selectos estudiantes que entran a Harvard. De modo que hace falta enseñar el uso crítico de internet. Dicho lo cual, no podemos quedarnos con la idea de que la distorsión de la información, la maleabilidad de los textos y la ambigüedad o el bajo nivel de confiabilidad de las fuentes son fenómenos recientes. Los periódicos siempre han ofrecido solamente ciertas versiones de los hechos reales. Como mencionaba al hablar del siglo XVIII, el libro mismo no era considerado como un objeto estable, digno de confianza. Para dar un ejemplo, la edición más leída de la Enciclopedia de Diderot en el siglo XVIII contenía cientos de páginas que no existían en la edición original. Esas páginas fueron introducidas por un cura para reproducir pasajes de un sermón de su obispo, y así ganarse su aprecio.</div>
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<br />
<span style="color: #3333ff;">En su opinión, la revolución digital sacude pero no trastorna completamente el mundo del libro. ¿Diría lo mismo acerca de los modos de leer? ¿La lectura rápida no acabará por reemplazar a la lectura regular, lenta?</span>Soy un partidario entusiasta de la lectura lenta. De hecho, soy un lector bastante lento. La lentitud me parece un elemento esencial del placer de la lectura, pues deja lugar a las asociaciones libres, a la imaginación, a los fantasmas productivos. Abre la puerta a nuevas ideas, a la posibilidad de crear nuestras propias relaciones, de alguna manera. Los jóvenes ahora se forman cada vez menos en la lectura lenta, y se inclinan menos por ella. Lo cual no quiere decir que lo digital no es un instrumento fabuloso. Con sólo presionar aparece una nueva pista, instantáneamente. Se pueden grabar cuarenta títulos sobre un soporte tan ligero como un libro de bolsillo. La rapidez de los modos de lectura queda pues compensada por las muchas puertas que podemos abrir. En ese sentido, se está creando una nueva ecología de la escritura.</div>
Traducción de Una Pérez Ruiz© Book<br />
Entrevista realizada por la revista francesa Books (no 1, diciembre 2008-enero 2009).<br />
<br />
<span style="font-size: 85%;">Fuente: </span><a href="http://www.revistasculturales.com/articulos/91/letras-libres/1056/2/la-biblioteca-google-entrevista-con-robert-darnton.html"><span style="font-size: 85%;">http://www.revistasculturales.com/articulos/91/letras-libres/1056/2/la-biblioteca-google-entrevista-con-robert-darnton.html</span></a><div class="blogger-post-footer">Rincón del Bibliotecario</div>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/10910925058918229848noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6346004892505425247.post-2688038881307241302009-05-01T15:13:00.000-07:002009-05-01T15:25:32.745-07:00La Biblioteca Google / entrevista con Robert Darnton<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://2.bp.blogspot.com/_uc2M3tNsMAk/Sft2fFJ0P5I/AAAAAAAABPQ/Qp9h8IMgGWg/s1600-h/dalton.jpg"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 274px; height: 400px;" src="http://2.bp.blogspot.com/_uc2M3tNsMAk/Sft2fFJ0P5I/AAAAAAAABPQ/Qp9h8IMgGWg/s400/dalton.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5330984860254486418" /></a><br /><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(51, 51, 51); line-height: 11px; font-family:Verdana;font-size:9px;"><h3 style="padding-top: 0px; padding-bottom: 0px; margin-top: 0px; margin-bottom: 10px; color: rgb(75, 75, 75); font-size: 12px; font-style: normal; line-height: 14px; font-weight: normal; ">¿<i>Internet realmente desquicia el mundo del libro y de la lectura?</i></h3><h3 style="padding-top: 0px; padding-bottom: 0px; margin-top: 0px; margin-bottom: 10px; color: rgb(75, 75, 75); font-size: 12px; font-style: normal; line-height: 14px; font-weight: normal; ">La respuesta es sí, pero tampoco hay que caer en la exageración utópica. Algunos hablan incluso del fin de un mundo. Si se contempla a largo plazo, la llegada de internet es un cambio tan importante como el invento de los tipos móviles de Gutenberg. Los medios utilizados para comunicar e intercambiar ideas están en plena transformación, lo cual crea un estado de exaltación que nubla un poco la conciencia de lo que realmente está pasando. Yo creo que la mayor parte de los lectores, para apropiarse de textos de cierta extensión y profundidad, seguirá leyendo libros impresos. Sin embargo, sabemos que el proceso de formación y diseño de esos libros es ya radicalmente distinto del que se usaba en el pasado; ahora debe realizarse de manera digital. Y existen libros híbridos, mitad papel y mitad electrónicos; también hay libros completamente electrónicos y toda clase de intercambios textuales en muchos otros soportes. Todo esto transforma la manera en que los lectores leen, los autores escriben, los editores publican y los libreros venden.</h3><h3 style="padding-top: 0px; padding-bottom: 0px; margin-top: 0px; margin-bottom: 10px; color: rgb(75, 75, 75); font-size: 12px; font-style: normal; line-height: 14px; font-weight: normal; "><i>¿Qué le hace pensar que el libro en papel sigue teniendo futuro?</i></h3><h3 style="padding-top: 0px; padding-bottom: 0px; margin-top: 0px; margin-bottom: 10px; color: rgb(75, 75, 75); font-size: 12px; font-style: normal; line-height: 14px; font-weight: normal; ">La historia lo muestra: un medio no desplaza al otro. Ahora sabemos que la publicación de manuscritos continuó después de Gutenberg, hasta principios del siglo xviii. Mi amigo el historiador del libro Donald McKenzie sostenía que, en el caso de obras con tirajes de menos de cien ejemplares, era más barato confiarlas a los copistas que imprimirlas. La radio no desplazó a los periódicos, así como la televisión tampoco eliminó la radio o el cine. El libro electrónico no hará desaparecer el libro clásico. Creo que más bien llegaremos a un nuevo equilibrio, una nueva ecología de lo escrito.</h3><h3 style="padding-top: 0px; padding-bottom: 0px; margin-top: 0px; margin-bottom: 10px; color: rgb(75, 75, 75); font-size: 12px; font-style: normal; line-height: 14px; font-weight: normal; "> </h3><h3 style="padding-top: 0px; padding-bottom: 0px; margin-top: 0px; margin-bottom: 10px; color: rgb(75, 75, 75); font-size: 12px; font-style: normal; line-height: 14px; font-weight: normal; "><i>¿Qué opina del proyecto de Google que busca digitalizar gradualmente todos los libros del planeta?</i></h3><h3 style="padding-top: 0px; padding-bottom: 0px; margin-top: 0px; margin-bottom: 10px; color: rgb(75, 75, 75); font-size: 12px; font-style: normal; line-height: 14px; font-weight: normal; ">Soy un firme creyente en la democratización del saber. La invención de la imprenta fue una etapa esencial en ese proceso, que luego siguió desarrollándose, a finales del siglo xix, gracias a la utilización de la pasta de papel y las prensas con motores de vapor. La digitalización de los libros es una nueva etapa. Es una perspectiva emocionante. El buscador Google pondrá el conocimiento acumulado en los libros al alcance de todos o, al menos, de quienes dispongan de acceso a internet. Me parece además muy relevante para los investigadores. Al estar a la cabeza de la biblioteca universitaria más grande del mundo, apoyo la completa digitalización de todos los libros de temas de interés general y estoy de acuerdo con la iniciativa de poner en línea progresivamente, y de manera gratuita, todos los libros de nuestras colecciones cuyo contenido sea ya del dominio público. Harvard fue una de las primeras universidades en firmar, en 2006, un acuerdo en ese sentido con Google, y me alegro de ello. Es un paso tangible hacia la instauración de una república de las letras, y de una ciudadanía universal en el seno de esa república. Una idea que hace diez años se juzgaba como utópica comienza a tomar cuerpo.</h3><h3 style="padding-top: 0px; padding-bottom: 0px; margin-top: 0px; margin-bottom: 10px; color: rgb(75, 75, 75); font-size: 12px; font-style: normal; line-height: 14px; font-weight: normal; "> </h3><h3 style="padding-top: 0px; padding-bottom: 0px; margin-top: 0px; margin-bottom: 10px; color: rgb(75, 75, 75); font-size: 12px; font-style: normal; line-height: 14px; font-weight: normal; "><i>Pero este proyecto de Google no ha sido recibido con aprobación unánime, por decir lo menos. ¿Qué piensa de los argumentos de sus detractores?</i></h3><h3 style="padding-top: 0px; padding-bottom: 0px; margin-top: 0px; margin-bottom: 10px; color: rgb(75, 75, 75); font-size: 12px; font-style: normal; line-height: 14px; font-weight: normal; ">Hay muchas formas de crítica posibles. Se puede poner el acento en el peligro que representaría el poder que obtiene una sola empresa para gestionar el conocimiento, no solamente estadounidense sino mundial. En Francia, mi amigo Jean-Noël Jeanneney, quien dirigió la Biblioteca Nacional de Francia, publicó un libro sobre ese tema [<i>Quand Google défie l’Europe: plaidoyer pour un sursaut, </i>2005]. No le parece bien que una compañía estadounidense quiera digitalizar todo el patrimonio literario europeo. Él apoya la idea de que Europa responda digitalizando sus propios libros. Quizás haya en esto un poco de antiamericanismo, aunque Jeanneney conozca bien Estados Unidos y no sea, en principio, un antiamericano. Pero su punto de vista se sostiene perfectamente. Me parece por completo legítimo que las instituciones europeas se preocupen de digitalizar su patrimonio, de acuerdo con sus propios criterios. Eso será muy positivo para todos, incluyéndonos a nosotros, los estadounidenses.</h3><h3 style="padding-top: 0px; padding-bottom: 0px; margin-top: 0px; margin-bottom: 10px; color: rgb(75, 75, 75); font-size: 12px; font-style: normal; line-height: 14px; font-weight: normal; "> </h3><h3 style="padding-top: 0px; padding-bottom: 0px; margin-top: 0px; margin-bottom: 10px; color: rgb(75, 75, 75); font-size: 12px; font-style: normal; line-height: 14px; font-weight: normal; "><i>¿De qué manera favorecería a los estadounidenses que los europeos digitalicen sus fondos editoriales?</i></h3><h3 style="padding-top: 0px; padding-bottom: 0px; margin-top: 0px; margin-bottom: 10px; color: rgb(75, 75, 75); font-size: 12px; font-style: normal; line-height: 14px; font-weight: normal; ">Porque la revolución digital también representa grandes peligros. No estamos a las puertas de la tierra prometida. Avanzamos lentamente, con grandes confusiones, por un territorio nuevo, en gran parte inexplorado. De modo que resulta esencial disponer de una variedad de enfoques. Creo que es posible darle la bienvenida a la iniciativa de Google y, al mismo tiempo, conservar la distancia. En un artículo que publiqué hace poco en <i>The New York Review of Books</i> expuse las razones para, en mi opinión, no dar un salto al vacío en este tema.</h3><h3 style="padding-top: 0px; padding-bottom: 0px; margin-top: 0px; margin-bottom: 10px; color: rgb(75, 75, 75); font-size: 12px; font-style: normal; line-height: 14px; font-weight: normal; "> </h3><h3 style="padding-top: 0px; padding-bottom: 0px; margin-top: 0px; margin-bottom: 10px; color: rgb(75, 75, 75); font-size: 12px; font-style: normal; line-height: 14px; font-weight: normal; "><i>¿Cuáles son sus reservas ante la iniciativa de Google?</i></h3><h3 style="padding-top: 0px; padding-bottom: 0px; margin-top: 0px; margin-bottom: 10px; color: rgb(75, 75, 75); font-size: 12px; font-style: normal; line-height: 14px; font-weight: normal; ">Bueno, me pongo en guardia contra los entusiasmos desbordados. Los admiradores de Google afirman que todos los libros estarán disponibles en línea. Y eso no es exacto. No es lo que podemos contemplar para Estados Unidos ni, a fortiori, para el resto del mundo. No es viable, concretamente, dado el enorme número de volúmenes dispersos por todas partes. Tampoco es viable desde el punto de vista jurídico. Los derechos de autor literarios, cuyas reglas son muchas veces arcaicas, son un gran obstáculo para la digitalización total. Así que hay límites cuantitativos. Y también cualitativos. Una obra del siglo xviii, por ejemplo, suele contar con numerosas ediciones, algunas de ellas piratas. Cada edición representa un interés particular, por diversas razones. ¿Cuál de todas va a privilegiar Google? Que yo sepa, la empresa no cuenta con ningún bibliógrafo.</h3><h3 style="padding-top: 0px; padding-bottom: 0px; margin-top: 0px; margin-bottom: 10px; color: rgb(75, 75, 75); font-size: 12px; font-style: normal; line-height: 14px; font-weight: normal; "> </h3><h3 style="padding-top: 0px; padding-bottom: 0px; margin-top: 0px; margin-bottom: 10px; color: rgb(75, 75, 75); font-size: 12px; font-style: normal; line-height: 14px; font-weight: normal; "><i>¿Quiere usted decir que la calidad del fondo editorial digitalizado por Google dejará que desear?</i></h3><h3 style="padding-top: 0px; padding-bottom: 0px; margin-top: 0px; margin-bottom: 10px; color: rgb(75, 75, 75); font-size: 12px; font-style: normal; line-height: 14px; font-weight: normal; ">Es inevitable. Se cometerán errores en todos los niveles: la elección de los libros, la reproducción de los textos, de las imágenes. ¿Cómo va a operar el control de calidad en decenas de millones de títulos? ¿Y cómo es que el buscador de Google va a determinar el rango, la ordenación con la que se presentarán los libros? También podemos preguntarnos acerca de la duración de los métodos de digitalización que serán utilizados. Los programas y los soportes informáticos caducan con rapidez. ¿Qué medios garantizan la conservación de los archivos? ¿Cuál es, por otra parte, la duración de la empresa misma, de Google? Es algo que hago notar en mi artículo: hemos perdido ya el ochenta por ciento de los filmes mudos y cincuenta por ciento del total de las películas filmadas antes de la Segunda Guerra Mundial. Lo de Google está muy bien, ¡pero las bibliotecas no han dicho su última palabra!</h3><h3 style="padding-top: 0px; padding-bottom: 0px; margin-top: 0px; margin-bottom: 10px; color: rgb(75, 75, 75); font-size: 12px; font-style: normal; line-height: 14px; font-weight: normal; "> </h3><h3 style="padding-top: 0px; padding-bottom: 0px; margin-top: 0px; margin-bottom: 10px; color: rgb(75, 75, 75); font-size: 12px; font-style: normal; line-height: 14px; font-weight: normal; "><i>¿No hay una paradoja en ver al libro como una baza del futuro de internet, cuando internet parece alejarnos de los libros?</i></h3><h3 style="padding-top: 0px; padding-bottom: 0px; margin-top: 0px; margin-bottom: 10px; color: rgb(75, 75, 75); font-size: 12px; font-style: normal; line-height: 14px; font-weight: normal; ">En este punto creo que también hace falta introducir la mirada de los historiadores, a largo plazo. Internet nos aleja de los libros y, en ese sentido, las nuevas generaciones tienden a pensar que toda la información posible se encuentra en línea y que es globalmente fiable. Sucede incluso con los muy selectos estudiantes que entran a Harvard. De modo que hace falta enseñar el uso crítico de internet. Dicho lo cual, no podemos quedarnos con la idea de que la distorsión de la información, la maleabilidad de los textos y la ambigüedad o el bajo nivel de confiabilidad de las fuentes son fenómenos recientes. Los periódicos siempre han ofrecido solamente ciertas versiones de los hechos reales. Como mencionaba al hablar del siglo xviii, el libro mismo no era considerado como un objeto estable, digno de confianza. Para dar un ejemplo, la edición más leída de la <i>Enciclopedia </i>de Diderot en el siglo xviii contenía cientos de páginas que no existían en la edición original. Esas páginas fueron introducidas por un cura para reproducir pasajes de un sermón de su obispo, y así ganarse su aprecio.</h3><h3 style="padding-top: 0px; padding-bottom: 0px; margin-top: 0px; margin-bottom: 10px; color: rgb(75, 75, 75); font-size: 12px; font-style: normal; line-height: 14px; font-weight: normal; "><i>En su opinión, la revolución digital sacude pero no trastorna completamente el mundo del libro. ¿Diría lo mismo acerca de los modos de leer? ¿La lectura rápida no acabará por reemplazar a la lectura regular, lenta?</i></h3><h3 style="padding-top: 0px; padding-bottom: 0px; margin-top: 0px; margin-bottom: 10px; color: rgb(75, 75, 75); font-size: 12px; font-style: normal; line-height: 14px; font-weight: normal; ">Soy un partidario entusiasta de la lectura lenta. De hecho, soy un lector bastante lento. La lentitud me parece un elemento esencial del placer de la lectura, pues deja lugar a las asociaciones libres, a la imaginación, a los fantasmas productivos. Abre la puerta a nuevas ideas, a la posibilidad de crear nuestras propias relaciones, de alguna manera. Los jóvenes ahora se forman cada vez menos en la lectura lenta, y se inclinan menos por ella. Lo cual no quiere decir que lo digital no sea un instrumento fabuloso. Con sólo presionar aparece una nueva pista, instantáneamente. Se pueden grabar cuarenta títulos sobre un soporte tan ligero como un libro de bolsillo. La rapidez de los modos de lectura queda pues compensada por las muchas puertas que podemos abrir. En ese sentido, se está creando una nueva ecología de la escritura. ~</h3><h3 style="padding-top: 0px; padding-bottom: 0px; margin-top: 0px; margin-bottom: 10px; color: rgb(75, 75, 75); font-size: 12px; font-style: normal; line-height: 14px; font-weight: normal; "><i>Entrevista realizada por la revista francesa </i>Books <i>(no 1, diciembre 2008-enero 2009)</i></h3><h3 style="padding-top: 0px; padding-bottom: 0px; margin-top: 0px; margin-bottom: 10px; color: rgb(75, 75, 75); font-size: 12px; font-style: normal; line-height: 14px; font-weight: normal; "><i>Traducción de Una Pérez Ruiz</i></h3><a name="COMENTARIO" style="color: rgb(51, 51, 51); text-decoration: none; "></a><div class="fComentarios" style="background-color: rgb(248, 247, 241); padding-top: 10px; padding-right: 10px; padding-bottom: 10px; padding-left: 10px; margin-top: 20px; margin-right: 0px; margin-bottom: 20px; margin-left: 0px; border-right-style: solid; border-right-width: 1px; border-right-color: rgb(204, 204, 204); border-bottom-style: solid; border-bottom-width: 1px; border-bottom-color: rgb(204, 204, 204); "><a name="COMENTARIO" style="color: rgb(51, 51, 51); text-decoration: none; ">Fuente: </a><a href="http://www.letraslibres.com/index.php?art=13770">http://www.letraslibres.com/index.php?art=13770</a></div></span><div class="blogger-post-footer">Rincón del Bibliotecario</div>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/10910925058918229848noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6346004892505425247.post-91709900632911534282009-02-24T17:02:00.000-08:002009-02-24T17:19:38.628-08:00Las bibliotecas amplían su alcance a través de la web<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://2.bp.blogspot.com/_uc2M3tNsMAk/SaSabvLVCTI/AAAAAAAABFM/ykMC7zyEK0s/s1600-h/2322009105120.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 400px; height: 154px;" src="http://2.bp.blogspot.com/_uc2M3tNsMAk/SaSabvLVCTI/AAAAAAAABFM/ykMC7zyEK0s/s400/2322009105120.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5306536062260414770" /></a><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(112, 113, 113); font-family:Arial;font-size:12px;"><div style="text-align: center;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold; "><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(51, 51, 255);">Digitalizar los archivos de una biblioteca implica costos altos y gran organización</span></span><br /></div><div style="text-align: center;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(51, 51, 255); font-weight: bold;"><br /></span></div><div style="text-align: center;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(51, 51, 255); font-weight: bold;"><br /></span></div><div style="text-align: center;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(51, 51, 255); font-weight: bold;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(112, 113, 113); -webkit-border-horizontal-spacing: 3px; -webkit-border-vertical-spacing: 3px; ">La tendencia de los grandes archivos mundiales consiste en digitalizar</span></span></div><div style="text-align: center;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(51, 51, 255); font-weight: bold;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(112, 113, 113); -webkit-border-horizontal-spacing: 3px; -webkit-border-vertical-spacing: 3px; "> su capital y ponerlo a disposición de cualquier usuario</span><br /></span></div></span><div><br /></div><span class="Apple-style-span" style=" ;font-family:'Times New Roman';"><table cellspacing="3" cellpadding="3" width="100%" border="0"><tbody><tr><td class="txt_g_12" style=" color: rgb(112, 113, 113); text-decoration: none; font-family:Arial, Helvetica, sans-serif;font-size:12px;"><span id="cuerponoticia_lbldescripcion" class="txt_g_12" style=" color: rgb(112, 113, 113); text-decoration: none; font-family:Arial, Helvetica, sans-serif;font-size:12px;"><p><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(0, 0, 0);">Hasta hace apenas unos años, visitar algunas de las mejores bibliotecas del mundo era un privilegio al alcance de aquellos que podían permitirse semejante inversión de tiempo y dinero. Hoy, el desarrollo de la informática y la expansión omniabarcativa de Internet han permitido que el conocimiento se democratice al punto de que cualquier usuario de la web puede visitar, entre otras, las bibliotecas del Instituto Cervantes, la Nacional de Francia y la de la Unión Europea sin moverse de su casa.</span></span></p><p><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(0, 0, 0);">El impulso que las bibliotecas digitales han cobrado en el último tiempo marca un nuevo desafío para aquellos de veras interesados en descubrir los grandes tesoros de la cultura universal. Para el internauta de habla hispana, la principal referencia es la gran colección virtual que espera en el sitio de la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, inaugurada en 1999. La biblioteca alberga más de 30.000 obras, que van desde los grandes clásicos de la literatura española hasta la documentación relativa a la Conquista, pasando por la poesía contemporánea de ese país y una importante selección de los trabajos literarios, históricos y jurídicos de América latina.</span></span></p><p><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(0, 0, 0);">El objetivo de ese proyecto es digitalizar el mayor patrimonio bibliográfico, documental y crítico de la cultura de España y América, y para ello se organiza con varias bibliotecas. Una serie se les dedica a grandes figuras de la cultura hispanoamericana; otra, a documentos textuales y audiovisuales que no sólo abarcan un amplio espectro cultural sino que, además, permiten el acceso a otros grandes archivos, como los Manuscritos de América (en las Colecciones Reales) o la Biblioteca José Toribio Medina de Chile y la Biblioteca Nacional de México. Una vez allí, el usuario encontrará un link que lo lleva a la Biblioteca de Autor Miguel de Cervantes, desde donde puede acceder a la obra completa del autor del Quijote, en distintos formatos y ediciones. <br /><br />A pesar del abismo que separa las economías de Europa y América latina, hay que decir que el desarrollo on-line de las bibliotecas de nuestro continente tiene poco que envidiarles a los proyectos de España o Francia, entre otros países. Un buen ejemplo es la Biblioteca Digital Andina , que busca contribuir al conocimiento, preservación y divulgación de la cultura andina, y fortalecer la identidad común (en este caso, no tanto por la inclusión de obras clásicas y ensayos sobre la cultura andina, sino también y sobre todo, por la digitalización de obras que estudian la peculiaridad de las lenguas aborígenes de la región).</span></span></p><p><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(0, 0, 0);">Este proyecto pertenece a la Secretaría General de la Comunidad Andina y allí el lector interesado encontrará las bibliotecas nacionales y las de las universidades públicas y privadas de Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela. Curiosamente, los recursos financieros, humanos y tecnológicos son fruto del aporte del Ministerio de Relaciones Exteriores del Gobierno de Francia, que se vehiculizan a través de la Agregaduría de Cooperación para los Países Andinos en la Embajada de Francia en el Perú y el Instituto Francés de Estudios Andinos (IFEA). <br /><br />En América latina, la posibilidad de disponer de obras digitalizadas de diferentes épocas, naciones, autores y temáticas nunca es sencilla, y tal vez el caso más extremo sea el de Cuba. Sin embargo, aun allí hay proyectos que, con notable esfuerzo, intentan trasladar su realidad cultural a la pantalla de la computadora. En Cuba, la Fundación por la Libertad de Expresión es una organización no partidista sin fines de lucro que apoya el crecimiento de la prensa libre en la isla, y en su portal, promueve las actividades de las bibliotecas independientes cubanas. Este proyecto, disponible en www.bibliocuba.org , refleja el trabajo realizado por la red de bibliotecas independientes fundadas desde 1998. <br /><br />Digitalizar los archivos de una biblioteca implica costos altos. En países como Francia, la cuestión presupuestaria no representa un obstáculo insalvable, y tal vez por eso el espacio virtual Gallica de la Biblioteca Nacional Francesa, está tan bien desarrollado. Gallica se creó en 1998 y se actualiza mes tras mes. </span></span></p><p><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(0, 0, 0);"><br />En su interior hay más de 90.000 obras y 80.000 imágenes, y tanto material la ha convertido en una de las principales bibliotecas digitales a las que se puede acceder actualmente. Su colección se organiza por disciplinas (derecho, economía, ciencias políticas, historia, literatura, ciencias y filosofía) y, aunque privilegia la cultura francófona, también incluye obras clásicas extranjeras en su idioma original y traducidas. En una vía menos oficial y sistematizada que la de Gallica, el internauta bibliófilo tiene a mano otros sitios dedicados a la cultura del país de Voltaire, como la Biblioteca de Poesía Francesa , donde pueden leerse más de 6000 poemas en lengua francesa, en un arco temporal que va de la Edad Media a principios del siglo XX. Ambas bibliotecas se complementan y colocan a Francia en la vanguardia de este segmento cultural. <br /><br />Con la mira puesta en el futuro, la Unión Europea creó el programa eContentplus, parte integrante del proyecto i2010, cuya meta es unir a la sociedad del conocimiento con la industria de los medios de comunicación. La joya del programa es la megabiblioteca Europeana , que funciona desde noviembre pasado y actualmente se encuentra en período de prueba. Europeana albergará más de dos millones de obras, entre imágenes, textos, sonidos y videos. Será la biblioteca virtual más grande del mundo y en ella participan más de cien organizaciones académicas y editoriales (principalmente, miembros de la Koninkljke Bibliotheek, la Biblioteca Nacional de Holanda), además de expertos en informática de toda Europa.</span></span></p><p><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(0, 0, 0);">Esta biblioteca virtual intenta enriquecer el patrimonio europeo al combinar el espíritu multicultural y multilingüístico con tecnología de avanzada y nuevos modelos de negocios. Un dato importante es que, para poder utilizar sus servicios, no es necesario registrarse, pero aquellos que sí lo hagan tendrán acceso a herramientas que personalizarán el perfil de usuario y, así, permitirán formar parte de las comunidades virtuales en las que se podrá compartir, discutir, e inclusive bloguear su contenido, como una red social en plena biblioteca (virtual). Con este servicio se pone de manifiesto un aspecto muy novedoso en la digitalización de la cultura, que por un lado democratiza el conocimiento y por el otro fomenta la participación de los usuarios en forma activa. <br /></span></span><br /><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Fuente: ADN Cultura</span><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(0, 0, 0); -webkit-border-horizontal-spacing: 0px; -webkit-border-vertical-spacing: 0px; font-family:'Times New Roman';font-size:48px;"><table cellspacing="3" cellpadding="3" width="100%" border="0"><tbody><tr><td class="txt_g_12" face="Arial, Helvetica, sans-serif" size="12px" style=" color: rgb(112, 113, 113); text-decoration: none; "><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Fuente: </span><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(0, 0, 0); "><a href="http://www.rosario3.com/educacion/noticias.aspx?idNot=45905"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">http://www.rosario3.com/educacion/noticias.aspx?idNot=45905</span></a></span></td></tr></tbody></table></span></p></span></td></tr></tbody></table></span><div class="blogger-post-footer">Rincón del Bibliotecario</div>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/10910925058918229848noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6346004892505425247.post-66985952631452634922008-12-03T15:59:00.000-08:002008-12-03T16:07:48.239-08:00El Palacio San José recibió 100 mil documentos microfilmados de los archivos de Urquiza.<a href="http://4.bp.blogspot.com/_uc2M3tNsMAk/STcfMcjRzCI/AAAAAAAAA9A/eAy2F9to4vA/s1600-h/foto0_1_92543_1.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5275719787170876450" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; WIDTH: 120px; CURSOR: hand; HEIGHT: 140px" alt="" src="http://4.bp.blogspot.com/_uc2M3tNsMAk/STcfMcjRzCI/AAAAAAAAA9A/eAy2F9to4vA/s400/foto0_1_92543_1.jpg" border="0" /></a><br /><div>Con esta donación, la provincia de Entre Ríos cuenta con material microfilmado que refiere a la vida política y militar del primer presidente constitucional de los argentinos. El mismo solo se encontraba en el Archivo General de la Nación, y personal de la Biblioteca del Congreso fue el encargado de preservarlo. “Este acto tiene el valor de una recuperación histórica para todos los entrerrianos”, señaló el vicegobernador José Eduardo Lauritto, quien resaltó el hecho de que los documentos de Urquiza “vuelvan a estar en el mejor lugar que es su casa”. Asimismo, desde la Biblioteca del Congreso nacional, indicaron que la microfilmación es un soporte que según estimaciones dura 500 años, lo que significa que “hemos preservado para las futuras generaciones nuestra historia”.<br /><br />Como un “día histórico” fue calificado este lunes, por el hecho de la entrega al Palacio San José de 100.000 documentos que fueron microfilmados del Archivo de Justo José de Urquiza. Si bien el material completo atesorado en el Archivo General de la Nación consta de 200.000 documentos, se llevó a cabo en esta oportunidad la entrega de una buena parte del trabajo que viene realizando la Biblioteca del Congreso nacional.<br /><br />En el proyecto de microfilmación del valioso material, estuvieron involucrados el Archivo General de la Nación, la Biblioteca del Congreso nacional, y la Vicegobernación de la provincia de Entre Ríos.<br /><br />Este lunes por la noche, en el Patio de Honor de la residencia del General entrerriano, encabezaron la ceremonia de donación el vicegobernador de la provincia, José Eduardo Lauritto, el coordinador de la Biblioteca del Congreso de la Nación, Bernardino Cabezas, el coordinador del proyecto y director de planeamiento y modernización de la Biblioteca del Congreso, Alejandro Santa, y el director del Palacio San José Museo Urquiza, Luis Cerrudo. Estuvieron presentes además, intendentes, legisladores, funcionarios, gente ligada a la Cultura, y público en general.<br /><br /><b>Museo enriquecido</b><br />El director del Palacio, Luis Cerrudo, resaltó la importancia “no solo para nosotros sino para el pueblo entrerriano por ser depositarios de una gran parte de lo que es el Archivo de Urquiza que se encuentra en el Archivo General de la Nación”. Contar con el material microfilmado “nos va a permitir a nosotros en el Museo, a los investigadores de la provincia, a la gente de nuestras casas de estudio poder acceder aquí a gran parte de lo que ha sido nuestra historia, en la que los entrerrianos contribuimos de una forma contundente”.<br /><br />“Es una manera más de enriquecernos y de decir que esta casa va a seguir estudiando, investigando y cuidando la memoria de nuestro pasado histórico”, prosiguió el director para destacar que “como entrerrianos nos sentimos orgullosos”.<br /><br />El material donado ya forma parte del Fondo Documental que posee el Palacio San José actualmente, el que cuenta con 380.000 documentos y 500 libros contables.<br /><br /><b>Trabajo desde la Nación</b><br /><br />Junto al coordinador de la Biblioteca del Congreso de la Nación, Bernardino Cabezas, y con las directivas del presidente de la Biblioteca, el diputado nacional Juan Carlos Gioja, Alejandro Santa, quien encaró el trabajo con un grupo de profesionales, sintetizó que “para nosotros es un trabajo de tres años que hoy se corona”.<br /><br />“Creíamos que el lugar adecuado para estos documentos era aquí en el Palacio San José”, apuntó Santa, en la residencia del General Urquiza, la que fue construida desde el año 1848, y se constituyó en un centro político relevante.<br /><br />“Los investigadores entrerrianos y quienes vengan a visitar este Museo, podrán ver digitalizados y microfilmados estos documentos de la vida personal de Urquiza que ascienden a más de 200 mil documentos”, subrayó el coordinador del proyecto, para aclarar que la microfilmación “es un soporte que según estimaciones dura 500 años”, lo que significa que “hemos preservado para las futuras generaciones nuestra historia”.<br /><br /><b>Los documentos en su lugar</b><br /><br />A 30 kilómetros al oeste de la ciudad de Concepción del Uruguay, el vicegobernador agradeció a quienes hicieron posible que estos 100.000 documentos que tienen que ver con la vida política, económica, militar y pública del General Urquiza, pudieran retornar microfilmados a la provincia.<br /><br />“Fue necesario que existieran entrerrianos que así lo quisieran como Graciela Bar, Sara Amavet, y fundamentalmente la política de puertas abiertas de la Biblioteca del Congreso de la Nación que con nuestra vicegobernación firmó este convenio”.<br /><br />“Este trabajo que ya estaba avanzado se pudo culminar y este acto de hoy tiene el valor de una recuperación histórica para todos los entrerrianos”, subrayó el mandatario, quien resaltó el hecho de que los documentos de Urquiza vuelvan a estar “quizá en el mejor lugar que es su casa, su Palacio”, lo que en definitiva “tiene que ver con la historia de los argentinos”, ya que “no nos olvidemos que Urquiza es el primer presidente constitucional de los argentinos y el primer gobernador constitucional de los entrerrianos”.<br /><br />Lauritto expresó un reconocimiento a quienes trabajan en el Palacio día a día, y descontó que “del mismo modo que ellos han logrado que este sea uno de los tres o cuatro Museos más visitados del país, seguramente esta documentación estará a disposición de los entrerrianos y de los argentinos”.<br /><br /></span><span style="font-size:85%;">Fuente: </span><a href="http://www.analisisdigital.com.ar/noticias.php?ed=1&di=0&no=92543"><span style="font-size:85%;">http://www.analisisdigital.com.ar/noticias.php?ed=1&di=0&no=92543</span></a></div><div class="blogger-post-footer">Rincón del Bibliotecario</div>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/10910925058918229848noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6346004892505425247.post-1852665343128075002008-11-23T18:10:00.000-08:002008-11-23T18:22:52.300-08:00La biblioteca de Babel, de la ficción a la pantalla<a href="http://3.bp.blogspot.com/_uc2M3tNsMAk/SSoPoojoR2I/AAAAAAAAA7g/ST5XYgF56XE/s1600-h/2CA3BIR8NCA9FL9H0CA6ZBRN1CAUY516QCARL21XYCA2Y4AIMCAWD7C8RCAYQPR1LCA0VB0AOCA3259TMCAFOW6WACAV2Q5Z3CAWTV6L2CAFSKNOQCAT04RMHCAIFI052CANWHCX0CAF7TY0H.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5272043504546629474" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; WIDTH: 134px; CURSOR: hand; HEIGHT: 132px" alt="" src="http://3.bp.blogspot.com/_uc2M3tNsMAk/SSoPoojoR2I/AAAAAAAAA7g/ST5XYgF56XE/s400/2CA3BIR8NCA9FL9H0CA6ZBRN1CAUY516QCARL21XYCA2Y4AIMCAWD7C8RCAYQPR1LCA0VB0AOCA3259TMCAFOW6WACAV2Q5Z3CAWTV6L2CAFSKNOQCAT04RMHCAIFI052CANWHCX0CAF7TY0H.jpg" border="0" /></a><br /><div>Por: Beatriz Sarlo<br /><br />Distributed Proofreaders es uno de los sitios de internet donde están organizado y ofrecen trabajo voluntario las personas que tipean, escanean o corrigen los libros en versión digital que luego aparecen en Proyecto Gutenberg, de donde se bajan más de tres millones de libros por mes. Según informa Distributed Proofreaders la organización fue fundada en el año 2000 para apoyar la digitalización de libros cuyos derechos de autor hubieran pasado a dominio público. Desde su creación, Distributed Proofreaders ha digitalizado más de 14.000 libros, lo que equivale a casi dos mil por año. Como usuaria de Proyecto Gutenberg, leo estas cifras y experimento dos sensaciones al mismo tiempo: la satisfacción de que esos libros estén allí, a dos clicks de mi computadora, y la insatisfacción suscitada por la idea de que esos miles de libros son apenas un surco en el mar que va creciendo con cada minuto que pasa.<br /><br />Desde hace un tiempo Google se ha propuesto la borgeana empresa de digitaliza ar todos los libros. La frase "todos los libros" suscita una idea de desmesura y optimismo a la que ya vamos acostumbrándonos los usuarios de internet. En la famosa e imaginaria Biblioteca de Babel, inventada por Borges como una de las formas de lo ilimitado, los incansables pero angustiados bibliotecarios recorren hexágonos del mismo tamaño sobre cuyas paredes idénticas se alinean los estantes también idénticos donde estarían todos los libros posibles, todas las combinaciones de letras y de signos. De esa Biblioteca, afirma Borges, nadie ha encontrado todavía el catálogo, pero como ella encierra toda combinación posible de signos, el catálogo debe lógicamente existir en alguna parte. Sin embargo, sólo el azar lo pondrá entre las manos de algún bibliotecario.<br /><br />A diferencia de la Biblioteca de Babel, Proyecto Gutenberg, Google Books y otras bibliotecas virtuales tienen un buscador de nombres, de modo que no nos martiriza la pesadilla de saber que algo existe necesariamente pero que jamás será encontrado. Se trata, básicamente, de una mayoría de libros en inglés. </div><br /><div></div><br /><div><span style="color:#990000;">Los que quieran libros en castellano podrán buscar en la biblioteca virtual del Instituto Cervantes, por ejemplo.</span> Pero la cuestión de internet y las lenguas extranjeras es otro tema. La existencia de decenas de miles de libros en internet implica un proceso significativamente más complicado que el de subir un tema musical de tres minutos para que otros puedan bajarlo (ésa fue la forma de distribución gratuita de música, que se considera ilegal, iniciada por Napster con el nombre, en inglés, de peer to peer: de par a par, de igual a igual, o ¿por qué no? de amigo a amigo). Un libro impreso sobre papel no puede subir de inmediato a la red, después de una operación que el programa de computación hace relativamente sencilla. Si el libro se escanea, saltan centenares de errores que deben ser corregidos en una lectura de pruebas; i el libro se tipea, la antidad de errores puede ser ambién muy alta.<br /><br />De allí la necesidad e los lectores de pruebas proofreaders) que ofrecen u tiempo gratuitamente para controlar la versión que se subirá la Red.Pese al trabajo de los lectores e pruebas, subsisten problemas, a que, en el caso de libros que han asado por muchas ediciones, es una cuestión complicada decidir cuál es la que será considerada como base para el libro digital. No voy a entrar en pormenores, pero baste decir que la mayoría de los libros llamados clásicos tienen ediciones establecidas por especialistas que han trabajado mucho para llegar a la conclusión de cuál es la versión definitiva y, por lo general, acompañan esta versión con informaciones sobre todos los cambios que ese texto en particular sufrió en manos de su autor o en ediciones posteriores a su muerte.<br /><br />Pero dejemos de lado, por un momento, estos detalles para registrar simple e inocentemente la millonada de horas de trabajo que implica que los libros colgados en la Red vayan dando vueltas por los servidores de donde los bajamos para tenerlos en nuestra pantalla. Y pese a esa millonada de horas, todavía subsisten usuarios a la antigua de dos tipos. Por un lado, los que prefieren tomarse el colectivo e ir hasta la biblioteca más próxima o gastarse unos pesos en la librería del shopping, si es que allí encuentran lo que buscan. Estos usuarios, por razones de edad, seguramente están en vías de desaparición. Por otro lado están los usuarios a los que no les tiembla el pulso cuando clickean para bajarse un libro y cargarlo en cualquiera de los aparatos posibles de lectura, comenzando por la humilde computadora hogareña.<br /><br />Son usuarios creados por la Red, que se han habituado a que los libros virtuales les solucionen los problemas, tanto como se han acostumbrado a prescindir de los libros de cocina y tipear, simplemente, "ensalada", "rabanitos", "alcauciles" para descubrir que en algún lugar del planeta a alguien se le ocurrió la combinación. Lo único que queda claro es que, dentro de unos años, cuando un lector se mude de departamento, las cosas van a ser mucho más sencillas. Mudar una biblioteca siempre fue de las peores tareas imaginables. </div><br /><div></div><br /><div><span style="font-size:85%;">Fuente: </span><a href="http://www.clarin.com/diario/2008/11/16/sociedad/s-01803748.htm"><span style="font-size:85%;">http://www.clarin.com/diario/2008/11/16/sociedad/s-01803748.htm</span></a> </div><div class="blogger-post-footer">Rincón del Bibliotecario</div>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/10910925058918229848noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6346004892505425247.post-13955874034978584442008-11-15T19:25:00.000-08:002008-11-15T19:52:06.541-08:00El papel aún impresiona<a href="http://3.bp.blogspot.com/_uc2M3tNsMAk/SR-VGfiIeyI/AAAAAAAAA6A/uM9Wsno8M58/s1600-h/img_2198el-papel.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5269094027823184674" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; WIDTH: 304px; CURSOR: hand; HEIGHT: 228px" alt="" src="http://3.bp.blogspot.com/_uc2M3tNsMAk/SR-VGfiIeyI/AAAAAAAAA6A/uM9Wsno8M58/s400/img_2198el-papel.jpg" border="0" /></a><br /><div><span style="color:#006600;">Aunque vivimos en la era de lo digital, existe un valor intrínseco en el papel impreso que va ligado a las emociones. Eso es lo que lo mantiene vigente; lo que hace que sigamos imprimiendo.</span></div><div><span style="color:#006600;"></span></div><br /><div><br />¿A qué sabe una manzana de 150 Kb? ¿Besaría unos labios de 1.500 dpi? Seguramente no, porque no se sienten ni saborean. Sin importar qué tan avanzada esté la tecnología, al contacto físico no lo podemos desplazar. Es por ello que las impresiones siguen vigentes en un mundo donde casi todo se ha vuelto digital. </div><div></div><br /><div>Solo basta con mirar a nuestro alrededor: escritorios atiborrados de papeles, cartas, invitaciones, revisteros que guardan diarios del día de ayer, y justo en este momento, usted sostiene esta revista entre sus manos.</div><div></div><br /><div>Aunque no nos detengamos a pensar si hemos dejado de imprimir o si vamos a imprimir más, los cambios son evidentes.Por ejemplo, con los emails y pen drives la información se traslada ágilmente sin que la veamos pasar. Por otro lado, el número de fotografías tomadas con cámaras digitales está lejos de ser proporcional a la cantidad que llegamos a imprimir. </div><br /><div></div><div>Hewlett Packard y su línea de impresión, empiezan a preocuparse por el futuro de las impresiones. De acuerdo con Vyomesh Joshi (VJ) vicepresidente ejecutivo del Grupo de Imagen e Impresión, en una entrevista para Vistazo, señaló que gran parte de sus estrategias se centran sobre lo emocional, sobre aquello que lo digital no puede reemplazar. El ser humano es cuerpo y por ser cuerpo necesita interactuar con sus cincos sentidos: ver, oír, saborear, oler y, sobre todo, tocar.</div><div></div><br /><div><strong>Soporte de la publicidad</strong></div><div>Los campos de aplicación de las impresiones son diversos. Por eso tenemos que preguntarnos hacia dónde va la impresión en cada uno de ellos. En la publicidad, por ejemplo, de acuerdo con Valérie Accary de BBDO Paris, en su ponencia en la conferencia anual de la línea de Imagen e Impresión de HP, lo impreso crea fuertes conexiones con los consumidores. "Nunca van a dejar de estar las vallas, los carteles, los avisos. Son piezas que, casi siempre, necesitan un contacto presencial para funcionar", dijo. </div><div></div><div></div><div></div><div>Ella encuentra tres beneficios en la publicidad impresa. </div><div></div><div>Primero nos habla del valor emocional de las campañas publicitarias. </div><div></div><div>Las empresas siguen ansiosas por incluir materiales físicos que la gente pueda encontrar en la calle, en una revista o en un periódico. </div><div></div><div>En segundo lugar, se refiere al impacto que producen imágenes grandes, frases llamativas; que si bien se pueden leer en un computador, no llegan a provocar las mismas sensaciones. </div><div></div><div>Finalmente, está lo que ella denomina ‘consideración de la gente’. Aunque sabemos que lo único que la publicidad quiere hacer es vender, Valérie dice que lo impreso, lo que llega a nuestra casa, personalizado con nuestros nombres, proyecta respeto, y ayuda construir vínculos de confianza con los consumidores.</div><div></div><div><strong></strong></div><div><strong></strong></div><div><strong></strong></div><div><strong></strong></div><div><strong>Rituales</strong></div><div>Aaron Martin, director de autopublicaciones y producción por demanda de Amazon.com, piensa que queda largo rato para el mundo de la impresión. Para él, en la lectura de un libro sucede un ritual que es irreemplazable.La parsimonia con la que tocamos y pasamos cada página, el aroma de un libro nuevo o viejo, la posibilidad de recostarnos en una hamaca mientras nos hundimos en cada página; es un evento que implica un compromiso con aquello que sostenemos entre nuestras manos. </div><div></div><br /><div>Aunque Amazon lanzó el Kindle, aparato que permite comprar y descargar las versiones digitales de los libros, Martin dice que el producto y el "papel electrónico" están en pañales porque la gente no ha dejado de comprar libros. </div><div></div><br /><div>Nuestra rutina diaria está conformada por rituales que casi siempre incluyen al papel. Otro de ellos es la lectura del periódico: cuando lo leemos, nuestros brazos forman un ángulo de 90 grados y, tal vez, va acompañado de un café o un comentario de su pareja. </div><div></div><div>Si bien es cada vez más frecuente escuchar a nuestros conocidos decir que leen el periódico por internet, ninguno de ellos ha cancelado su suscripción mensual del diario. Betsy Morgan, presidenta del Huffington Post, página de noticias, descubre un nuevo fenómeno en el consumo de los medios de comunicación."Los periódicos y las revistas siempre van a estar ahí, pero lo interesante es que con la presencia de los portales de diarios o blogs, las personas suelen imprimir aquella noticia de último momento o ese artículo sobre nutrición que les llamó la atención", dice. </div><div></div><br /><div><span style="color:#993300;"><em>De modo que la era de lo digital obvia ciertos procesos, pero también da paso a nuevos momentos de impresión.</em></span></div><div></div><br /><div>Por su parte, Joe Simon, director de información de Viacom International, en el ámbito empresarial hay ciertas impresiones que ya no se realizan. Los que siguen presentes: memos, facturas, contratos, etc. "Hay personas que tienen hasta más de una impresora en sus oficinas. Todo responde a los pasos necesarios para cumplir con nuestro trabajo", señala Simon.</div><div></div><br /><div><strong>El valor de la impresión</strong></div><div>Para Vyomesh Joshi, de HP, la impresión es la manera más fácil y barata de almacenar la información. "Si quieres guardar algo, por ejemplo, en un CD, puede ser que desaparezca de aquí a unos 10 años. Pero todo lo que imprimiste en papel, aunque envejezca, siempre va a estar ahí. Un álbum de fotos siempre puede ser mirado, además esconde una carga afectiva imborrable", cuenta.</div><div></div><br /><div>En el debate de las impresiones, no puede quedar aislado el aspecto verde. A mayor número de hojas, más árboles talados, es lo que se dice. Por eso VJ señala que debe existir un valor intrínseco sobre las cosas para que puedan ser impresas. Si no las necesitamos, no deberíamos imprimirlas.</div><div></div><br /><div>Entonces el sonido de las impresoras está muy lejos de ser acallado. Joshi indicó que para el 2010 se imprimirán 48 trillones de páginas y ese es un número que seguirá creciendo. Nadie puede atreverse a decir que la impresión vaya a alcanzar su declive.<br /><br /><span style="font-size:85%;">Fuente: </span><a href="http://www.vistazo.com/webpages/impresa.php?edicion=989&sID=8"><span style="font-size:85%;">http://www.vistazo.com/webpages/impresa.php?edicion=989&sID=8</span></a></div><div><a href="http://bitacoras.com/canales/digitalización" rel="tag">digitalización</a>, <a href="http://bitacoras.com/canales/libros+electrónicos" rel="tag">libros electrónicos</a>, <a href="http://bitacoras.com/canales/papel" rel="tag">papel</a>, <a href="http://www.blogalaxia.com/tags/digitalizacion" rel="tag">digitalización</a><br /><a href="http://www.blogalaxia.com/tags/libros+" rel="tag">libros+</a><br /><a href="http://www.blogalaxia.com/tags/electronicos" rel="tag">electrónicos</a><br /><a href="http://www.blogalaxia.com/tags/papel" rel="tag">papel</a> </div><div class="blogger-post-footer">Rincón del Bibliotecario</div>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/10910925058918229848noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6346004892505425247.post-79850810961149192242008-10-21T04:57:00.000-07:002008-10-21T06:14:11.548-07:00Las múltiples formas de leer y de escribir<a href="http://1.bp.blogspot.com/_uc2M3tNsMAk/SP3Hp78y4_I/AAAAAAAAA3o/vhIOd8YB0RY/s1600-h/untitled0.bmp"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5259579463119856626" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; CURSOR: hand" height="251" alt="" src="http://1.bp.blogspot.com/_uc2M3tNsMAk/SP3Hp78y4_I/AAAAAAAAA3o/vhIOd8YB0RY/s400/untitled0.bmp" width="332" border="0" /></a><br /><div>En Escuchar a los muertos con los ojos (Katz), el historiador francés analiza cómo la revolución digital cambió el modo de producción y circulación de los textos.</div><br /><div></div><br /><div><strong>Por Roger Chartier</strong> </div><br /><div></div><br /><div>Al romper el antiguo lazo anudado entre los textos y los objetos, entre los discursos y su materialidad, la revolución digital obliga a una radical revisión de los gestos y las nociones que asociamos con lo escrito. A pesar de la inercia del vocabulario que intenta domesticar la novedad denominándola con palabras familiares, los fragmentos de textos que aparecen en la pantalla no son páginas, sino composiciones singulares y efímeras. Y, contrariamente a sus predecesores, rollos o códices, el libro electrónico no se diferencia de las otras producciones de la escritura por la evidencia de su forma material. </div><br /><div></div><br /><div>La discontinuidad existe incluso en las aparentes continuidades. La lectura frente a la pantalla es una lectura discontinua, segmentada, atada al fragmento más que a la totalidad. ¿Acaso no resulta, por este hecho, la heredera directa de las prácticas permitidas y suscitadas por el códice? En efecto, este último invita a hojear los textos, apoyándose en sus índices o bien a "saltos y brincos" como decía Montaigne. El códice invita a comparar diferentes pasajes, como lo quería la lectura tipológica de la Biblia, o a extraer y copiar citas y sentencias, así como lo exigía la técnica humanista de los lugares comunes. </div><br /><div></div><br /><div>Sin embargo, la similitud morfológica no debe llevar al engaño. La discontinuidad y la fragmentación de la lectura no tienen el mismo sentido cuando están acompañadas de la percepción de la totalidad textual contenida en el objeto escrito, que cuando la superficie luminosa que muestra los fragmentos de escritos no deja ver inmediatamente los límites y la coherencia del corpus de donde se los extrajo. Los interrogantes del presente hallan sus razones en estas rupturas decisivas. ¿Cómo mantener el concepto de propiedad literaria, definido desde el siglo XVIII a partir de una identidad perpetuada de las obras, reconocible más allá de cuál fuera la forma de su publicación, en un mundo donde los textos son móviles, maleables, abiertos, y donde cada uno puede -como lo deseaba Michel Foucault en el momento de empezar su lección inaugural aquí- "encadenar, proseguir la frase, alojarse sin ser advertido, en sus intersticios"? ¿Cómo reconocer un orden del discurso, que fue siempre un orden de los libros o, para decirlo mejor, un orden de lo escrito que asocia estrechamente autoridad de saber y forma de publicación, cuando las posibilidades técnicas permiten, sin controles ni plazos, la puesta en circulación universal de opiniones y conocimientos, pero también de errores y falsificaciones? ¿Cómo preservar maneras de leer que construyan la significación a partir de la coexistencia de textos en un mismo objeto (un libro, una revista, un periódico) mientras que el nuevo modo de conservación y transmisión de los escritos impone a la lectura una lógica analítica y enciclopédica donde cada texto no tiene otro contexto más que el proveniente de su pertenencia a una misma temática? [...]</div><div> </div><div>La conversión digital de las colecciones existentes promete la constitución de una biblioteca sin muros, donde se podría acceder a todas las obras que fueron publicadas en algún momento, a todos los escritos que constituyen el patrimonio de la humanidad. La ambición es magnífica, y -como escribe Borges- "cuando se proclamó que la Biblioteca abarcaba todos los libros, la primera impresión fue de extravagante felicidad". Pero, seguramente, la segunda impresión debe ser un interrogante sobre lo que implica esta violencia ejercida sobre los textos, dados a leer bajo formas que ya no son las que encontraban sus lectores del pasado. Se podría decir que semejante transformación no carece de precedentes. </div><br /><div></div><br /><div>Fue bajo la forma de códices, y no en los rollos de su primera circulación, como los lectores medievales y modernos se apropiaron de las obras antiguas o, al menos, de aquellas que pudieron o quisieron copiar. Seguramente. Pero para comprender las significaciones que los lectores han dado a los textos de los que se apoderaron, es necesario proteger, conservar y comprender los objetos escritos que los han transmitido. [...] Estas cuestiones ya han sido largamente discutidas por los innumerables discursos que intentan conjurar, por su propia abundancia, la desaparición anunciada del libro, de lo escrito y de la lectura. A la admiración ante las increíbles promesas de navegaciones entre los archipiélagos de los textos digitales se le ha opuesto la nostalgia por un mundo de lo escrito que ya habríamos perdido. ¿Pero en verdad hay que elegir entre el entusiasmo y el lamento? Para situar mejor las grandezas y las miserias de las transformaciones del presente, tal vez sea útil apelar a la única competencia de la que pueden jactarse los historiadores. [...] </div><br /><div></div><br /><div><strong>Escrito y culturas escritas en la Europa moderna</strong> </div><br /><div></div><br /><div>A partir del siglo XV, y seguramente antes, el recurso a lo escrito ha desempeñado un papel esencial en varias importantes evoluciones de las sociedades occidentales. La primera es la construcción del Estado de justicia y de finanzas, que ha supuesto la creación de burocracias, la constitución de archivos, la comunicación administrativa y diplomática. Es verdad que los poderes desconfiaron de lo escrito y que se esforzaron por censurarlo o controlarlo de diversas maneras. </div><br /><div></div><br /><div>Pero también es verdad que han asentado cada vez más el gobierno de los territorios y de los pueblos en la correspondencia pública, el registro escrito, la ostentación epigráfica y la propaganda impresa. [...] El lazo anudado entre experiencia religiosa y usos de lo escrito constituye otro fenómeno esencial. Las huellas dejadas por las escrituras inspiradas son numerosas: autobiografías espirituales y exámenes de conciencia, visiones y profecías, viajes místicos y relaciones de peregrinaciones, plegarias y conjuras. En tierra católica, aunque no solamente, estos testimonios de la fe no dejaron de inquietar a las autoridades eclesiásticas que intentaron contenerlos o -cuando creían que excedían los límites de la ortodoxia- prohibirlos y destruirlos. La imposición de nuevas reglas de comportamiento, exigidas por el ejercicio absolutista del poder, formuladas por los pedagogos o los moralistas, difundidas por las instrucciones nobiliarias o los tratados de urbanidad, también se ha apoyado en lo escrito. </div><br /><div></div><br /><div>Esta transformación profunda de la estructura de la personalidad, designada por Norbert Elias como un largo proceso de civilización, que obliga al control de los afectos y al dominio de las pulsiones, al alejamiento de los cuerpos y la elevación del umbral del pudor, ha mudado los preceptos en conductas, las normas en habitus , los escritos en prácticas. En fin, en el transcurso del siglo XVIII, las correspondencias, las lecturas y las conversaciones letradas fueron las que fundaron la emergencia de una esfera pública, primero estética, luego política, donde se discutieron y sometieron a examen todas las autoridades; la de los doctos, clérigos o príncipes. En ¿Qué es la ilustración? , a partir de la confrontación de opiniones razonadas y proposiciones reformadoras que posibilita la circulación de lo escrito, Kant erige el proyecto y la promesa ilustrada donde cada uno, sin distinción de estado o condición, podrá ser, a su turno, lector y autor, erudito y crítico. </div><br /><div></div><br /><div>Trazadas a grandes rasgos, estas evoluciones no son iguales en toda Europa ni implican del mismo modo la corte y la ciudad, los letrados y lo popular o, como se habría dicho en el Siglo de Oro, el "discreto" y el "vulgo". [..] De la proliferación de acepciones de la palabra "cultura", retengo una, aunque provisoria: aquella que articula las producciones simbólicas y las experiencias estéticas sustraídas a la urgencia de lo cotidiano, con los lenguajes, los rituales y las conductas gracias a los cuales una comunidad vive y reflexiona su vínculo con el mundo, con los otros y con ella misma. </div><br /><div></div><br /><div><strong>¿Qué es un libro?</strong> </div><br /><div>[...] En 1796, Kant formula la interrogación en la "Doctrina del Derecho" de la Metafísica de las costumbres . Establece una distinción fundamental entre el libro como " opus mechanicum ", como objeto material, que pertenece a su comprador, y el libro como discurso dirigido a un público, que sigue siendo propiedad de su autor y que sólo puede ser puesto en circulación por sus mandatarios. </div><br /><div></div><br /><div>Con el objetivo de denunciar la ilegalidad de las ediciones piratas en la Alemania de su época, la constatación de la doble naturaleza del libro, material y discursiva, ofrece un sólido punto de apoyo para varias investigaciones. Las unas, genealógicas y retrospectivas, se asociarán a la historia larga de las metáforas del libro, no tanto de aquellas que designan el cuerpo humano, la naturaleza o el destino como un libro -Curtius lo ha dicho casi todo al respecto- sino más bien de aquellas que consideran el libro como una criatura humana, dotada de cuerpo y alma. </div><br /><div></div><br /><div>En la España del Siglo de Oro, la metáfora presenta, para fines muy diversos, dos figuras en espejo: la figura de Dios impresor, que ha puesto su imagen en la prensa para que "saliesse conforme à la que avia de tomar" y que "quiso juntamente alegrarse con tantas, y tan varias copias de su mysterioso Original", como escribe el abogado Melchor de Cabrera en 1675; y la figura del impresor demiurgo, que da la forma corporal que conviene al alma de su criatura. [...] Otras investigaciones, basadas en la distinción de Kant, desandarán el curso del tiempo a partir de la paradoja fundadora de la propiedad literaria, formulada de diversas maneras a lo largo del siglo XVIII. En efecto, sólo cuando las obras escritas fueron separadas de toda materialidad particular, las composiciones literarias pudieron ser consideradas como bienes inmuebles. </div><br /><div></div><br /><div>De allí, el oxímoron que lleva a caracterizar al texto como una "cosa inmaterial". De allí, la separación fundamental entre la identidad esencial de la obra y la pluralidad indefinida de sus estados o -para emplear el vocabulario de la bibliografía material- entre " substantives " y " accidentals ", entre el texto ideal y trascendente, y las formas múltiples de su publicación. </div><br /><div></div><br /><div>De allí, por último, las vacilaciones históricas, que llegan hasta el presente, en cuanto a las justificaciones intelectuales y a los criterios de definición de la propiedad literaria, puesto que esta última supone que una obra pueda ser reconocida como siempre idéntica a ella misma, cualquiera sea el modo de publicación y transmisión. Este fundamento de la propiedad imprescindible pero transmisible de los escritores sobre sus textos, Blackstone lo situaba en la singularidad del lenguaje y del estilo, Diderot en los sentimientos del corazón y Fichte en la forma siempre única con la que el autor relaciona unas ideas con otras. </div><br /><div></div><br /><div><span style="color:#009900;">Texto completo en:</span> <a href="http://adncultura.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1057088">http://adncultura.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1057088</a></div><div class="blogger-post-footer">Rincón del Bibliotecario</div>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/10910925058918229848noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6346004892505425247.post-3321698893209517072008-09-30T19:06:00.000-07:002008-09-30T19:13:32.430-07:00Un ingenio para el escaneo automático y masivo de libros encuadernadosEl <a href="http://treventus.com/bookscanner_pageturner.html">Treventus Buchscanner ScanRobot</a> es un curioso ingenio alemán que escanea libros encuadernados, en alta resolución, a la velocidad de 2.500 páginas por hora ? el sueño de cualquier bibliotecario. Utiliza un mecanismo robótico y chorros de aire (según parece verse en el vídeo). En cada pasada escanea dos caras de la hoja a la vez, y luego se añaden funciones de OCR y otras sutilezas. Una persona puede escanear libros a mano a un ritmo de entre 5 y 8 páginas por minuto; este ingenio alcanza las 25 páginas por minuto.<br />Proyectos como las vastas digitalizaciones de <a href="http://www.amazon.com/Search-Inside-Book-Books/b?ie=UTF8&node=10197021" hasbox="2">libros de Amazon</a> o <a href="http://books.google.es/">Google Books</a> se cree que se han escaneado «manualmente» utilizando mano de obra barata en Asia, que al parecer era la solución óptima hasta el momento. Este invento automático es sin duda más rápido, pero habrá que ver si es superior a la version humana en cuanto a coste/rendimiento.<br /><br /><br /><object height="344" width="425"><param name="movie" value="http://www.youtube.com/v/y16rNqnxj0U&color1=0xb1b1b1&color2=0xcfcfcf&fs=1"><param name="allowFullScreen" value="true"><embed src="http://www.youtube.com/v/y16rNqnxj0U&color1=0xb1b1b1&color2=0xcfcfcf&fs=1" type="application/x-shockwave-flash" allowfullscreen="true" width="425" height="344"></embed></object><br /><br /><span style="font-size:85%;">Fuente: </span><a href="http://www.seguilaflecha.com/news_20210_Un-ingenio-para-el-escaneo-automatico-y-masivo-de-libros-encuadernados.html"><span style="font-size:85%;">http://www.seguilaflecha.com/news_20210_Un-ingenio-para-el-escaneo-automatico-y-masivo-de-libros-encuadernados.html</span></a><div class="blogger-post-footer">Rincón del Bibliotecario</div>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/10910925058918229848noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-6346004892505425247.post-30385622414408455132008-03-30T16:02:00.000-07:002008-12-10T03:36:51.038-08:00Digitalización y uso de nuevas tecnologías, los retos de las bibliotecas para seguir vigentes.<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://1.bp.blogspot.com/_uc2M3tNsMAk/R_AciwozqDI/AAAAAAAAAUI/tD252jVDd9Y/s1600-h/IMAGEN-4051414-1.jpg"><img style="margin: 0pt 0pt 10px 10px; float: right; cursor: pointer;" src="http://1.bp.blogspot.com/_uc2M3tNsMAk/R_AciwozqDI/AAAAAAAAAUI/tD252jVDd9Y/s400/IMAGEN-4051414-1.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5183674554600630322" border="0" /></a><br /><p><st1:personname productid="La Luis" st="on">La Luis</st1:personname> Ángel Arango de Bogotá es un ejemplo: ya tiene 600 libros, 10 títulos de revistas y 60 tesis totalmente digitalizados tanto en las instalaciones como en su sitio web. <o:p></o:p></p> <p>Eso sumado a una base de datos de 1.500 libros que se pueden consultar en bibliotecas de todo el mundo de manera virtual. La meta, en cinco años, es poder ofrecer 6.000 títulos digitalizados.<o:p></o:p></p> <p>Con esto, el usuario puede pedir que le guarden la información en su memoria USB mientras que otros más osados les toman fotografías a las páginas que necesitan para luego revisarlas en sus computadores personales.<o:p></o:p></p> <p>"La nuevas tecnologías de la información y la comunicación no son una amenaza. Son herramientas con las que hay que trabajar de la mano", sostiene Roberto Téllez, jefe de servicio al público de esa institución.<o:p></o:p></p> <p>Con la universalización de la información y de la consulta a través de Internet, donde aparentemente se puede encontrar todo, se ha dicho que tanto los libros como las bibliotecas tienden a desaparecer. Lo mismo se ha afirmado sobre los medios de comunicación impresos.<o:p></o:p></p> <p>Sin embargo, según Téllez, eso está lejos de ocurrir. "En poco tiempo el usuario podrá llevarse el libro en sus agendas digitales y celulares", sostiene.<o:p></o:p></p> <p>No obstante, reconoce que el público de hoy no es el mismo de antes. En la actualidad, el tráfico diario asciende a las 6.800 personas. A finales de los 90 el promedio era de 9.000.<o:p></o:p></p> <p><span style="color: rgb(255, 102, 0);">Una red con 500.000 libros</span><o:p></o:p></p> <p>Téllez, bibliotecólogo de profesión, dice que dos factores han incidido en la disminución de usuarios: Internet y la puesta en marcha de las bibliotecas de Bogotá, gracias a BibloRed, la red de bibliotecas públicas de Bogotá que cuenta con 19 puntos en la ciudad. <o:p></o:p></p> <p>Comenzó hace siete años con tres megabibliotecas: <st1:personname productid="la Virgilio Barco" st="on">la Virgilio Barco</st1:personname>, la del Tintal y la del Tunal, y ahora tiene 16 más en localidades.<o:p></o:p></p> <p>En total, cada año recibe 9 millones 600 mil consultas, que puede atender gracias a los más de 3 mil puestos de lectura y los 500 mil volúmenes al servicio de los lectores.<br />La red depende de <st1:personname productid="la Secretaría" st="on">la Secretaría</st1:personname> de Educación Distrital, que destina cada año 9 mil millones de pesos para su mantenimiento.<o:p></o:p></p> <p>En la actualidad tiene 146 mil afiliados activos, de los cuales el 70 por ciento corresponde a personas mayores de 13 años.<o:p></o:p></p> <p>Los usuarios que desaparecieron de <st1:personname productid="La Luis" st="on">la Luis</st1:personname> Ángel Arango son los escolares que iban a hacer consultas básicas, y que ahora encuentran la información en la red o en las bibliotecas de sus barrios.<o:p></o:p></p> <p>El 70 por ciento de los usuarios de <st1:personname productid="La Luis" st="on">la Luis</st1:personname> Ángel Arango son universitarios. Y el 30 por ciento restante lo conforman investigadores, desempleados y pensionados, que no solo se entretienen con los libros sino con periódicos, revistas, películas, documentales y exposiciones de arte.<o:p></o:p></p> <p><span style="color: rgb(255, 102, 0);">Mucho más que archivistas</span><o:p></o:p></p> <p>Otro de los medidores que indica que las bibliotecas están lejos de morir, es el incremento de personas que optaron por estudiar lo que antes se llamaba bibliotecología y que evolucionó para convertirse en ciencias o sistemas de la información.<o:p></o:p></p> <p>Así lo asegura Ruth Vallejo, decana de la facultad de sistemas de la información de <st1:personname productid="la Universidad" st="on">la Universidad</st1:personname> de <st1:personname productid="la Salle" st="on">la Salle</st1:personname>, quien explica que eso sucedió porque se necesitaba modernizar el concepto, y para darle un perfil diferente al egresado. Antes, eran básicamente bibliotecólogos y archivistas.<o:p></o:p></p> <p>"Estamos aprovechando las bases de la profesión con las nuevas tecnologías", cuenta, y asegura que esta es una de las profesiones con más proyecciones en el mercado actual, al recordar un estudio que estableció que el desempleo es inexistente en estos profesionales.<o:p></o:p></p> <p>No en vano, en el caso de <st1:personname productid="la Salle" st="on">la Salle</st1:personname>, hace 10 años los estudiantes de primer semestre (cuando se llamaba bibliotecología) no eran más de 20. Hoy, la cifra oscila entre 50 y 60.<o:p></o:p></p> <p><span style="color: rgb(255, 102, 0);">En defensa de los libros</span> <o:p></o:p></p> <p>Aunque se supone que gracias a Internet es posible acceder a todo tipo de información, las bibliotecas siguen teniendo su fascinación.<o:p></o:p></p> <p>"Tener un libro en las manos es mucho más romántico que hacer click con el cursor", dice Juanita Pérez, una estudiante de artes plásticas asidua visitante de esos lugares.<o:p></o:p></p> <p>"Un libro puedo tocarlo, voltearlo, sacarlo a un parque", afirma para explicar su preferencia. Y, además -dice- en Internet la información no es profunda. "Es general y sintetizada".<o:p></o:p></p> <p>En eso, coincide Luz María Cabarcas, directora de <st1:personname productid="la Biblioteca" st="on">la Biblioteca</st1:personname> de <st1:personname productid="la Universidad Javeriana" st="on">la Universidad Javeriana</st1:personname>, adonde acude un promedio de 5 mil estudiantes cada día.<o:p></o:p></p> <p>"En Internet hay muchas cosas sin rigor académico con las que no podría hacerse ciencia", asegura la bibliotecóloga al abordar uno de las principales fortalezas de las bibliotecas: solo allí se encuentran las grandes obras, autores e investigaciones. En Internet únicamente aparecen datos básicos y apartes, o capítulos de textos.<o:p></o:p></p> <p>"Internet sirve sobre todo para conseguir información típica de diccionario o enciclopedia", indica Jorge Orlando Melo, ex director de la biblioteca Luis Ángel Arango.<o:p></o:p></p> <p>Silvia Prada, gerente de BibloRed, sostiene que otra ventaja de las bibliotecas es que forma lectores autónomos, críticos, selectivos y capaces de decantar información, posibilidades que no ofrece la consulta en la red.<o:p></o:p></p> <p>REDACCIÓN VIDA DE HOY<o:p></o:p></p> <p class="MsoNormal">http://www.eltiempo.com/vidadehoy/educacion/home/ARTICULO-WEB-NOTA_INTERIOR-4050555.html</p><div class="blogger-post-footer">Rincón del Bibliotecario</div>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/10910925058918229848noreply@blogger.com0